El ébola llama a vuestra puerta
Estáis preocupados por el ébola, porque ya puede llamar a vuestra puerta. Quienes no llamarán serán los diez mil niños que mueren..
Chulos
Si algo sabes, a ciencia cierta, tras treinta y cuatro años como profesor, es que los adolescentes, salvo casos excepcionales...
Fue bonito, mientras duró
Ibas tras ellos (un joven matrimonio italiano con un hijo de unos seis años). E ibas tras ellos involuntariamente, movido...
San "Google"
Hubo un tiempo en que algunos errores de los alumnos os hacían gracia. No era, sin embargo, hilaridad malsana. No existía menosprecio...
Solo en Gracia...
No estáis en un campo de concentración y andáis con una etiqueta sobre la solapa. No es visible. Pero sí real. Y os la habéis puesto...
Mare de Déu de Gràcia
G.- Se le olvidaba algo, pero no sabía el qué. La suave partitura de una muchedumbre dirigiéndose hacia la Plaza de la Constitución le producía aquella sensación de placer que le había ido acompañando ininterrumpidamente desde su infancia, cada siete de septiembre…
El turista de calidad que escupió en la arena
Cada verano aparece. Machacona. Como un herpes redivivo. Renace, se impone, anula vuestra capacidad de análisis (también vuestros sentimientos) y, luego, satisfecha, pulula por la isla pavoneándose del curioso asentimiento que provoca.
Estafar a un hijo
Se sienten estafados. Y con razón. Perdidos. Les subimos al autobús de la vida y les prometimos asas firmes. Nos creyeron. Descubrieron, luego, que esas asas no estaban y, zarandeados por el trayecto, no supieron, a ciencia cierta, a qué agarrarse.
James Bond, en realidad, se llamaba Paquita
No tiene licencia para matar. Únicamente para trabajar. Temporalmente. No entiende de ‘martinis con vodka’ (mezclados, no agitados)...
La limosna de su silencio
Por la vida circulan seres de carne y hueso. Y no actores con el guión aprendido. Por eso os duele no encontrar, y a diferencia...
Chiqui y la muerte insoslayable
Hubo quien, huyendo de su propia muerte, partió hacia Damasco, sin saber que la cita, la última, se produciría, precisamente...
Llamadas desde conserjería
El niño/adolescente, desde el instituto, llama a su madre: se ha olvidado una cartulina que necesitaba –supongamos...
El ‘T.I.L.' de Zaca
Vives/vivís en una sociedad enferma. Los síntomas te parecen claros. Y cada uno de los órganos afectados no anhela su curación...
A la rica niña choni solo le gusta Hugo Boss
T u padre nunca tuvo un Viceroy, ni usó colonia Hugo Boss. En tiempos –sólo de bonanza- compraba Varón Dandy...
Las mentiras de vuestros padres
Vuestros padres os mintieron. Y, como hijos aplicados, os creísteis las múltiples falsedades con las que os acunaron y mecieron...
El día en que ignoraste a Sabina
Dice Sabina en uno de sus poemas: «En Comala comprendí/ que al lugar donde has sido feliz/ no debieras tratar de volver»...
Te gusta Ella
Te gusta Ella. Porque, a su lado, es más llevadero el oficio de vivir. Sin embargo, ha tenido, hasta la fecha, pocos amantes...
Cuando el amor no vale ni doscientos euros
Sabes que cualquiera hijo de vecino buscaría su billete de doscientos euros, en el caso de que lo hubiera perdido. O su «Ipad» o las llaves de su automóvil...
Algo os/nos debe estar pasando cuando...
En un centro docente, un tutor no ha conseguido, tras seis meses de intentos vanos, contactar con los padres...
Las armas de 'la senyora' son tristes
La novela que leen los alumnos arranca con un poema de Miguel Hernández: «Tristes guerras/ si no es amor la empresa./ Tristes. Tristes.
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