Perdonen que inicie este artículo con una grosería: «Xerrar és puto» ¿O no? ¿Cuántas desgracias os han caído encima por haber utilizado en demasía «la sin hueso» (entiéndase «lengua») y de las que os habríais librado de estar calladitos? Y es que en «boca cerrada no entran moscas». ¡Bendito refranero! Incluso, en ocasiones, no entran moscas, sino auténticos dinosaurios. Pero no, seguís parloteando y metiendo la pata por culpa de esa locuacidad irrefrenable. Obráis así por narcisismo o por cobardía o por una mal entendida buena educación o por hipocresía o por... En esa tesitura soléis usar frases hechas que, tarde o temprano, os van a causar indudables molestias. «Si gusta…» –le espetáis a un conocido, instantes antes de engullir un suculento solomillo, en la esperanza de que el aludido, cortés, diga que no-. Y os alarmáis cuando observáis como el susodicho comienza a babear… En ese momento, en vuestro fuero interno, emerge un pensamiento perturbador: «¿No será capaz de aceptar?» Y es que o las cosas se dicen con sinceridad o mejor no decirlas. En este asunto encontraríais muchísimas joyas más: «Lo siento mucho. Si puedo ayudarte en algo, no tienes más que decírmelo. No importa la hora» o «si necesitas dinero, basta con pedírmelo» o… Tras proferir tales ofertas, inmediatamente después, os asustáis y comenzáis a sudar la gota gorda… «¿Y si se lo toma en serio? ¿Y si me pide tres mil euracos?» –os inquietáis-. Acto seguido, cerráis ese soliloquio con auto recriminaciones tales como: «¡Serás imbécil!» «¿Quién te mandaba a ti?», etc… Y concluís mudándoos, de pronto, en acérrimos católicos, al acordaros de Santa Bárbara para que ésta haga que vuestro interlocutor no os tome la palabra. ¡Uf!
Contigo mismo
Ni se le ocurra...
18/04/23 4:00
También en Opinión
- Brutal agresión de un menor a un gato en un parque de Alaior: la Protectora pide ayuda
- El exgerente del restaurante Way de Maó, que se halla en busca y captura, aparece en Bangkok
- La banda de ‘narcos’ que traía cocaína a Menorca admite los hechos y podría eludir la prisión
- Denuncian por amenazas a cinco personas que increparon a la madre del menor que pateó a un gato
- Los seis motivos de PIME-Menorca para oponerse a la reducción de la jornada laboral