Una de las medidas propuestas es permitir las inscripciones a partir de los 14 años | Josep Bagur Gomila

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El tope de caballos para participar en las fiestas de Sant Joan  que se ha propuesto en la última Junta Municipal de Sant Joan, de 130 cavallers las tardes del 23 y del 24 de junio, y de 80 para la mañana de la segunda jornada, no ha gustado entre los miembros de la qualcada, especialmente entre aquellos con mayor experiencia. Varias personas de contrastada trayectoria consultadas por «Es Diari» critican la injusticia que supondrá excluir a jinetes por una cuestión de número, aun teniendo derecho a inscribirse, pero sobre todo ponen el acento en que esto no elimina la arbitrariedad que se produce cada bienio, donde «cada caixer senyor impone sus criterios» a la hora de aceptar o rechazar inscripciones.

«Antes de decidir, la Junta de Caixers Senyors debería consultar con los más veteranos, con caixers pagesos anteriores», señala un cavaller con más de medio siglo de experiencia. «Estas medidas no mejorarán la fiesta», considera, mientras que otro payés de larga trayectoria apunta al mal endémico de la celebración de ponent. «Al final, sean 80 o 120 caballos, será el caixer senyor quien seguirá decidiendo quien puede salir, con criterios distintos en cada bienio».

Los consultados, que prefieren responder anónimamente para evitar represalias, se preguntan «¿cómo decidirán quien entra en la lista?» y «¿dónde cortarán?». Por eso reivindican «aclarar de una vez los criterios para las inscripciones, no puede ser que un año puedas participar y otro no, por decisión del caixer senyor de turno». «Es hora de tener unos protocolos claros», que evitarían otras cuestiones, como para  «correr s’Ensortilla, el bienio anterior se dieron astas por prestar caballos al caixer senyor, cuando muchos esperan turno hace años».

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Por eso, «no es cuestión de quitar caballos, sino de que todos los cavallers cumplan con lo que hay que hacer», incide un veterano. «No puede ser que en Santa Clara estemos diez minutos frente al Bastió de sa Font y no venga ningún caballo por el Carrer de sa Font». O que a la vuelta de Sant Joan de Missa «se enrede todo a partir del Molí des Cavallitos».   

A partir de 14 años

Una forma de recortar la comitiva es fijar un mínimo de edad, en este caso en los 14 años. «No es justo, hay niños que montan mejor que algunos adultos y no recuerdo ningún incidente con un joven». Además, «si reúnen los requisitos, tienen derecho, no les puedes quitar esta ilusión».

«Al final, cada año perdemos algo de Sant Joan» y «quitan la ilusión de participar», dice uno. «Antes esperaba con entusiasmo para salir con el caballo, ahora lo hago casi sin ganas», añade otro, mientras otro jinete recuerda que «Sant Joan es de todos, no de unos pocos», y «presumimos de que es la mejor fiesta del mundo, pero otros pueblos nos superan en temas de organización».

El apunte

«No es habitual que haya caballos que salgan en tandas seguidas»

La medida que menos oposición ha encontrado es la que impide utilizar un mismo caballo en dos tandas consecutivas, con el fin de garantizar el bienestar animal. De este modo, si un cavaller desea montar dos veces un mismo ejemplar, solo podrá hacerlo el Dissabte de Sant Joan y el día 24 por la tarde.

En general, los jinetes consultados coinciden en que es una cuestión positiva por el bien de los caballos, «no me parece mal», aseguran varios de ellos, conscientes de la evolución que ha sufrido Sant Joan y lo que se han prolongado las tres tandas.