La tramontana disipa los temores del sector a las molestias de la velella

El Consell descarta una campaña especial de retirada y constata que el viento ya la está secando y dispersando

El Ayuntamiento de Es Migjorn Gran está muy pendiente de la playa de Sant Tomàs. Vistos que Sant Adeodat se da prácticamente por perdida por falta de arena, quieren que el arenal de la parte oeste de la zona turística esté perfecto para Semana Santa. | Josep Bagur Gomila

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La tramontana ha dado un respiro a hoteleros y restauradores del entorno de las urbanizaciones turísticas del sur de la Isla, que estos últimos días habían expresado su preocupación por la masiva presencia en las playas de restos de velella que afean el paisaje y emiten un olor desagradable en un momento crítico, el del el primer desembarco avanzado de turistas a un destino que pretende fidelizar a los visitantes que está dispuesto a viajar a Menorca antes incluso de que empiece el mes de abril.

El temporal de viento y los cielos despejados de las últimas horas estás teniendo el efecto de secar y disipar la presencia de los restos de este animal marino en las playas sur de la Isla. Todavía sigue ahí, extendida por buena parte de arenales de tanto atractivo turístico como Cala Galdana, donde ya hay hoteles y otros negocios turísticos que han iniciado su actividad, pero está perdiendo su característico color y reduciendo el impacto olfativo que provoca en estado húmedo.

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El alcalde de Ferreries, Pedro Pons, explica que establecimientos hoteleros le habían trasladado su preocupación por la invasión de velella que sufría la playa de Cala Galdana, zona turística convertida en punta de lanza del avance de la temporada. Por ello contactó con los responsables del Servicio de Limpieza de Playas del Consell para solicitar una actuación especial de retirada.

Desde la institución insular no tienen previsto desplegar ningún campaña extraordinaria. Trasladaron al alcalde que no conviene hacer esas labores cuando la velella está mojada, porque podría tener el efecto de empeorar gravemente el mal olor. Lo más aconsejable era esperar a que se seque. Y la llegada de la tramontana ha sido providencial. La velella, que este año ha llegado en cantidades que no se recordaban, será retirada siguiendo el calendario normal de limpieza.

También desde Es Migjorn Gran miraban con preocupación la aparición de velella en la playa de Sant Tomàs. El concejal responsable de Turismo y Medio Ambiente, Antoni Borràs, aseguraba que esperarían un par de días antes de reclamar que se haga alguna actuación de retirada porque «cuando llegue la Semana Santa, Sant Tomàs tiene que estar limpia sí o sí». Hay que tener en cuenta que la otra playa de su única urbanización, Sant Adeodat, se da prácticamente por perdida por falta de arena.