El nuevo centro será como la Casa de la Infancia, pero se especializará en la atención de menores con problemas de conducta.

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Menorca contará con un centro de alta intensidad para atender a menores que presenten problemas conductuales, un recurso con el cual el departamento de Bienestar Social quiere evitar que los jóvenes tengan que desplazarse a Palma, como ocurre ahora.

La iniciativa surge de las reuniones mantenidas con los centros educativos de la Isla, donde se ha expresado la preocupación por el aumento de los menores que presentan conductas disruptivas, así como de la gravedad de los casos. «El nuevo centro será como una Casa de la Infancia, pero dirigida a menores con problemas de conducta graves, que necesitan una atención especializada e intensa, así como un seguimiento psicológico», explica la consellera Carmen Reynés.

Este tipo de centros están orientados a la intervención terapéutica, personal, social, familiar y educativa de los jóvenes que presentan necesidades relacionadas con los problemas de conducta.

Reintegración en la familia

En estos momentos, Menorca no cuenta con un recurso específico para los menores que presentan problemas conductuales, por lo que el Consell tiene que enviarlos al centro de protección de menores de la asociación Amadiba en Palma, con la que tiene concertadas cuatro plazas, donde reciben una atención especializada de acuerdo a sus necesidades.

Desde el Consell señalan que esta situación no es la ideal, puesto que no permite garantizar las mejores condiciones para una evolución positiva de los jóvenes. «Con los menores trabajamos la mejora de la conducta y también su reintegración a su núcleo familiar, pero el hecho de que estén viviendo fuera de Menorca lo dificulta», asegura Reynés.

La idea del Consell es licitar la gestión del centro para que lo asuma una entidad especializada, por lo que no será necesario aumentar el personal de la institución. La previsión es que el centro empiece ofreciendo cuatro plazas, y que en el futuro se puedan ir ampliando hasta las ocho. Como referencia para la licitación, desde el área de Bienestar Social se toma el coste de las cuatro plazas que en estos momentos están concertadas con la asociación Amadiba, que asciende a 360.000 euros anuales, y se trabaja con la idea de que el nuevo centro pueda estar operativo a lo largo del 2025.

Zona de poniente

La ubicación del nuevo equipamiento todavía no está decidida, aunque la intención es que no esté en Maó, puesto que en este municipio ya hay otros recursos relacionados con la atención a menores, por lo que hay la voluntad de situarlo en la zona del poniente insular.

La previsión del Consell también es instalarse en un inmueble de alquiler, como mínimo de entrada, que deberá tener habitaciones para el alojamiento de los menores y zonas comunes, como la cocina y el comedor.

Asimismo, la consellera Reynés explica que el centro contará con una aula educativa de alta intensidad, un recurso complementario que se gestionará en colaboración con la Conselleria de Educación, para lo cual ya se han mantenido contactos con el conseller Antoni Vera, que ve con buenos ojos la iniciativa.

En esta aula podrán recibir atención los menores en caso de que sean expulsados de su centro educativo, y también estará abierta a jóvenes que no residan en el centro, pero que tengan un trastorno de conducta y que cuenten con los correspondientes informes.

El apunte

Una aula educativa que se gestionará con la Conselleria de Educación

El nuevo centro para menores con problemas de conducta contará con una aula educativa de alta intensidad, que se usará en caso de que los jóvenes sean expulsados de sus centros educativos. Este recurso pretende desincentivar el absentismo, porque los menores que sean expulsados de su instituto tendrán la obligación de asistir a esta aula. «A veces, los expulsan del instituto y lo que hacen es estar por la calle y, en cambio, con este recurso se puede seguir trabajando con ellos», señala la consellera Carmen Reynés, quien recuerda que este tipo de aulas de alta intensidad tienen que estar asociadas a un centro de protección de menores y cuentan con la colaboración de la Conselleria de Educación.