El sector náutico es uno a los que apunta el Consistorio a la hora de ahorrar agua. | Gemma Andreu

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En los depósitos de la red de agua de Maó, en estos momentos, entra cada día procedente de los pozos municipales menos agua de la que sale hacia los domicilios y empresas para ser empleada. La consecuencia es que el nivel de estos depósitos cada día es más bajo, no se recuperan como en invierno, cuando lo que sale cada jornada se repone por la noche. La tendencia se ha acentuado en los últimos días, en un contexto de mayor afluencia de visitantes y el calor.

El dramático resultado de este balance negativo de entradas y salidas es que ahora mismo los depósitos están a menos de la mitad de su capacidad, informa el alcalde de Maó, Héctor Pons. Y va bajando día a día. «La situación es complicada», afirma, por lo que este lunes emitió un bando en el que reclama contención, anuncia una serie de medidas de ahorro y advierte que, si las cosas no cambian, se adoptarán otras más severas, como podrían ser restricciones en determinados usos.

De momento, el Ayuntamiento de Maó ha suspendido el riego de diferentes espacios públicos y aumentado el control en los distintos equipamientos. También se ha reducido la presión de la red y se ha contactado directamente con los veinte principales consumidores del municipio para trasladarles la necesidad de moderar el uso de agua.

Límite de 30 metros cúbicos para los barcos

En el caso del puerto de Maó, la cantidad máxima que puede cargar un barco se ha rebajado estos días de 60 a 30 metros cúbicos. Autoridad Portuaria es una de las empresas a las que se ha llamado, para pedirle que rebaja al mínimo indispensable el consumo de agua para usos náuticos.

El bando, además, ofrece una serie de peticiones o recomendaciones para el cliente más común para que contribuya en la medida de lo posible a rebajar el consumo. «Todo suma», argumenta Héctor Pons. En 2022 se produjo una situación similar, y la respuesta ciudadana fue óptima. El alcalde de Maó comenta que ahora el panorama es similar.

Héctor Pons concreta que las restricciones, en el caso de que deben producirse, no afectarían a los domicilios, al consumo de agua más básico, sino que se establecería por usos concretos, para determinadas actividades.

El alcalde asegura que, en cualquier caso, los cortes de suministro serían selectivos

De momento no ha pasado, no es el escenario actual, pero si el bando emitido por el alcalde de Maó, Héctor Pons, cuando todavía quedan casi veinte días de agosto, no da los resultados esperados se pondrá sobre la mesa la necesidad de acometer cortes en el suministro. Advierte que a la hora de fijar restricciones serán selectivos, «no todos los consumos son iguales», con una discriminación por usos. El domiciliario, el más básico en el día a día de los ciudadanos, quedaría a salvo. Pese a ello, el bando hace especial incidencia en la necesidad de adoptar medidas de contención en el hogar, puesto que 16.000 clientes domiciliarios son muchos grifos. Moderar el riego, evitar el lavado de coches o terrazas, evitar rellenar piscinas, controlar los escapes, son algunas de las recomendaciones que se establecen en el texto que ayer difundió el Ayuntamiento de Maó ante el bajo nivel de los depósitos municipales. «Cinco litros al día por cada hogar ya serían muchos litros», afirma Pons.

Las claves
  1. El agua que llega a los depósitos de los pozos no alcanza toda la consumida

    En invierno, los depósitos están siempre llenos. El agua que se consume de día se repone desde los pozos por la noche. Ahora mismo, pero, los pozos no aportan suficiente agua como para compensar el consumo, por lo que el nivel va bajando. De continuar así, acabarían vacíos.

  2. Llamadas directas a los 20 mayores consumidores del municipio

    El alcalde Héctor Pons explica que estos días han contactado con los veinte mayores consumidores del municipio para advertirles de la necesidad de contener el gasto de agua ante la «complicada situación».

  3. La cantidad que puede cargar un barco al día se reduce a la mitad

    En el caso del sector náutico, se ha trasladado a Autoridad Portuaria la necesidad de reducir el consumo. Además se ha aplicado ya una disminución de la cantidad máxima de agua que puede cargar en un día un barco, como es el caso de los cruceros o los buques de línea.