Eila Oriol ha presentado una denuncia ante la oficina de Consumo del Govern | Gemma Andreu

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Los conflictos en las puertas de embarque van en aumento desde que las compañías han endurecido su política de control de las medidas del equipaje ligero de mano. El caso de Eila Oriol es especialmente sorprendente.

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Esta residente, viajera habitual, ha denunciado ante las oficinas de Consumo del Govern que personal de tierra de Vueling «tiró mi mochila a la basura y no la he podido recuperar». La situación que describe le sonará a muchos viajeros. Después de meses viajando con la misma bolsa, el pasado 3 de mayo, cuando se disponía a embarcar a Barcelona para una firma notarial, el personal de la compañía le informó de que su mochila excedía las medidas de su política de equipaje de mano, exigiéndole el pago de 70 euros extra.

Lo que sigue ya no resulta tan habitual. La mujer no encontraba su tarjeta bancaria y se ofreció a pagar en efectivo. Ante la negativa de la empresa a cobrar en metálico, y no pudiendo aplazar el viaje, decidió embarcar sin su mochila. Rogó que se la guardaran porque en una hora y media iba a venir una amiga a recogerla. La respuesta de la empleada, siempre según el relato de la denunciante, fue que la iba a tirar a la basura. Y la amenaza se cumplió. «Ni tan siquiera nos quisieron decir  dónde la habían tirado», lamenta. Su paso por objetos perdidos fue infructuoso y la mujer calcula que los enseres que portaba están valorados en casi 300 euros.