Tanto la asociación como el Ayuntamiento defienden la servitud de paso. | A.C.K.

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Amics del Camí d'en Kane están decididos a hacer uso de la servitud de paso que consta, para el tramo de la finca de Santa Rita, en el Catálogo Municipal de Caminos Rurales de Ferreries. Tanto es así que, lejos de desistir, en los próximos días prevén informar al Ayuntamiento de que, en febrero, llevarán a cabo la acción de limpieza y desbroce que fue aplazada por la negativa de la propiedad.

La intervención estaba prevista para este domingo, pero fue cancelada al no reconocer los titulares de Santa Rita el derecho de paso adquirido por el Ayuntamiento en 1904. Ante esto, Amics del Camí d'en Kane han hecho gestiones y el Ayuntamiento va a comunicar, a partir del lunes, que el sendero es transitable, tal como aparece en el catálogo municipal.

El concejal de Medio Ambiente, Vicent Coll, confirmaba ayer que ya mantuvo un primer contacto con la propiedad, y que el lunes, desde el Consistorio se preparará la documentación pertinente. «Tenemos que ver el procedimiento jurídico que hay que seguir», para demostrar documentalmente que existe la servitud de paso.

Mientras, el presidente de Amics del Camí d'en Kane, Bep Marí, prevé que la acción se realizará el 4 de febrero. «Lo comunicaremos formalmente al Ayuntamiento, para que lo comunique a la propiedad», reiteraba, recordando que la servitud de paso está acreditada con las actas de principios del siglo pasado.

El apunte

«Tuvieron la oportunidad de alegar, pero no lo hicieron»

Tanto desde el Ayuntamiento como desde la asociación en defensa del Camí d’en Kane, coinciden al señalar que, durante la tramitación del Catálogo Municipal de Caminos Rurales de Ferreries, todos los propietarios de fincas por donde transcurren senderos, fueron informados y tuvieron un plazo para presentar objeciones.

«El catálogo recoge la servitud de paso y ellos no alegaron», asegura el concejal, Vicent Coll, algo que desde los Amics del Camí d’en Kane no comprenden. «Tuvieron la oportunidad, pero no lo hicieron. Es extraño, y que ahora no lo reconocen», lamentan.