Uno de los contenedores que se abren con tarjeta, para la materia orgánica, instalado en el centro de Inca. | Juanjo Roig

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La instalación de contenedores inteligentes, aquellos que solo pueden abrirse con una tarjeta electrónica, es una idea alternativa a la recogida puerta a puerta para las barriadas más densamente pobladas de Maó, con bloques de pisos donde la entrega de los residuos al servicio municipal puede ser más complicada. Héctor Pons la adelantó en el debate de campaña celebrado en el Ateneu de Maó y, como alcalde en funciones, ha confirmado a este diario que «es un planteamiento que está sobre la mesa y a medida que avance el sistema se verá si se implanta o no y si el contrato lo permite o hay que añadir alguna modificación».

El director insular de Medio Ambiente en funciones, Esteve Barceló, aclara que, efectivamente, ese sistema no está previsto en los contratos.

Héctor Pons afirma que el objetivo sigue siendo la recogida selectiva puerta a puerta, y que así se comenzará a poner en marcha en los núcleos de Sant Climent y Llucmaçanes, también en las urbanizaciones y en aquellas zonas del municipio que ya funcionan con este sistema, como es buena parte del centro de Maó. Añade que tanto su partido, el PSOE, como la agrupación Ara Maó, con la que ahora los socialistas deben negociar y pactar el gobierno municipal, planteaban en sus programas electorales que la recogida puerta a puerta «se adaptará a las particularidades de cada zona».

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La tarjeta identifica a quien tira la basura

La peculiaridad de los contenedores inteligentes, cuya instalación baraja Maó en zonas de bloques de pisos, es que solo se abren mediante una tarjeta específica que, además, permite la identificación de los usuarios que depositan la basura. De este modo, y a través de una labor de inspección, se podrá saber quién cumple o no con la selección en origen para poder aplicar más adelante reducciones o recargos, es decir, avanzar hacia un coste del tratamiento de residuos más personalizado.

Hay ciudades como Palma o Inca en Mallorca que ya cuentan con este tipo de contenedores inteligentes en sus calles para determinado tipo de basura, como la materia orgánica.

La implementación del sistema de recogida puerta a puerta, tanto en Maó como Es Castell, acumula un gran retraso. En octubre de 2022 se anunció que la implantación total llegaría en el último trimestre de este año. Pons indicó durante el debate electoral que la empresa adjudicataria, FCC, propuso comenzar el pasado 1 de mayo pero el Ayuntamiento decidió aplazar el inicio porque «no era el momento de empezar un nuevo sistema cuando se acerca la temporada».

Al mismo tiempo admitió que existían «dudas en algunas cuestiones, principalmente en la gestión de zonas de mayor densidad, básicamente los barrios de bloques de pisos»; apostó por una implementación progresiva «y una vez que lleguemos a las zonas de bloques veremos si el sistema funciona tal y como está previsto o se han de ajustar algunas cuestiones, por ejemplo con sistemas como ya hay en zonas de Palma con contenedores con tarjeta», explicó, «se tomarán decisiones a medida que veamos cómo funciona».

Las claves
  1. La recogida de basura puerta a puerta, retrasada

    La empresa adjudicataria, FCC, sugirió comenzar en mayo pero el Consistorio lo ha aplazado, otra vez, por la proximidad de la temporada. Además, había unas elecciones en ciernes y fue en un debate de campaña donde Héctor Pons manifestó la idea de los contenedores con tarjeta.

  2. Las experiencias en algunas zonas de Palma e Inca

    En algunas barriadas de Palma hace años que ya se utilizan este tipo de contenedores para determinados residuos. En Inca, hay parte del municipio que también los utiliza para la recogida de la materia orgánica. Como el de la imagen, marrón y situado en el centro urbano.

  3. El contenedor solo se abre al pasar la tarjeta

    La particularidad de este sistema es que la tapa del contenedor solo se abre al pasar una tarjeta electrónica por un lector, que identifica al ciudadano. Eso permitirá avanzar en un coste del servicio de tratamiento de residuos personalizado, según se haga bien o con errores.