La guerra comercial entre TTOO reduce las plazas de avión para viajar a Menorca

Ese es el escenario que dibujan desde la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) para explicar el descenso de turistas y la caída de las cifras de ocupación que de forma generalizada están sufriendo los establecimientos menorquines, según se recoge en el informe que la patronal ha entregado a la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver. En el documento, al que ha tenido acceso este diario, se advierte de «un cambio de tendencia» respecto a los dos años anteriores y se lamenta la «bajada importante de plazas» que supuso la quiebra de Monarch.

Los hoteleros trasladan a la secretaria de Estado la situación del transporte aéreo menorquín desde la óptica turística. Pocas conexiones directas ofertadas por compañías aéreas, una capacidad aérea en la que la mayoría de las plazas de avión están en manos de los turoperadores y un cambio de paradigma en sus estrategias empresariales que afecta a la Isla: «La tendencia no es compartir códigos (el acuerdo al que llegan las aerolíneas para vender las plazas de una misma ruta), sino utilizar aviones con menor capacidad, asegurando las plazas que tienen riesgo».

La otra consecuencia es que los TTOO que no cuentan con aviones propios se ven obligados a compartir plazas con las compañías aéreas low cost y a pagar precios muy caros por las escasas plazas vacías que dejan sus grupos competidores.

Hasta el mes de julio, el último con estadísticas cerradas, el número de turistas que han llegado a Menorca tras haber contratado un paquete turístico se ha reducido un 6,4 por ciento (solo en julio un 18,5 por ciento, mientras que crece la presencia de turistas que llegan por libre y que también sufren la reducción de plazas en los aviones turoperados.

Ashome realiza un análisis de los principales destinos competidores y señalan a Turquía (al margen de Mallorca) como «el gran rival». Allí, las reservas hoteleras se han incrementado un 67 por ciento. Desde la patronal entienden que tras el resurgir de esos destinos está la apuesta económica de sus gobiernos, los sueldos escasos que pagan y su nivel de precios, además de la recuperada seguridad y una amplia oferta de ‘sol y playa', cultura y gastronomía.