Marga Benejam, conversando con la presidenta Maite Salord y Antoni Carrillos, ayer en Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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La decepción de la coalición de Units Podem Més era más que visible en las dos sedes de Ciutadella y Maó, donde se reunieron anoche sus dirigentes y simpatizantes para seguir el fin de la jornada electoral. Bien pronto se vieron las caras largas que vaticinaban los malos resultados en el Congreso, al no producirse el ansiado sorpasso al PSOE y ver que el PP aumentaba sus escaños.

En la sede de Ciutadella, situada en el bar La Taberna y donde estaba la candidata al Senado,Marga Benejam, durante el escrutinio se asomó durante un rato la alegría, cuando se inició el recuento de los votos de la Cámara Alta. Daban una ventaja de hasta 200 votos por sobre la candidata del PP. Parecía, pese a que la batalla estaba muy ajustada, que la coalición, al menos en Menorca, podía salvar los muebles. Al final fue un espejismo. Cuando el recuento llegó al 45 por ciento la sala enmudeció. Pons Vila ya tenía más votos  que Benejam, y el marcador apenas se movió, hasta lograr  1.200 sufragios de diferencia.

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  Aún no había acabado el escrutinio, y todos ya daban por perdido el acta de senador. La suma de los tres partidos, que con los resultados del 20-D parecía que el acta estaba garantizada, no fueron suficiente para frenar el ascenso del PP de Pons Vila.

«Decepcionante», fue la palabra más repetida. «Hemos perdido, no buscaré matices», reconoció Benejam, tras felicitar a Pons Vila. No obstante, se reafirmó «en la necesidad de cambio» y aseguró que pese a los malos resultados «hemos hecho un papel digno y hemos plantado cara al PP, con un proyecto viable y factible; somos la alternativa posible», sentenció, tras admitir que la izquierda «debe reflexionar».