Unos 1.200 militares se ejercitaron en San Isidro durante el mes de mayo

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El Gobierno central estima que el ejercicio militar Trident Jaguar 2014, que se desarrolló en la base de San Isidro de Maó entre los días 2 y 16 de mayo, tuvo un impacto sobre la economía menorquina de aproximadamente 1,3 millones de euros. Esto es así porque, según el Ejecutivo estatal, «en lo relativo a la logística, esta se basó en el uso y apoyo en las propias infraestructuras locales».

La información ha sido facilitada a la senadora por Menorca, Juana Francis Pons Vila, quien se interesó mediante una pregunta escrita por la valoración que el Gobierno realiza de estas maniobras. Cabe recordar que los ejercicios tenían como objetivo validar la certificación del Cuartel General de Bétera como primer cuartel general de la estructura de fuerzas de la OTAN con capacidad para liderar una fuerza conjunta.

Al inicio de los ejercicios ya se estimó que el impacto de la presencia de unos 1.200 efectivos, algunos de ellos por espacio de dos meses, en la Isla iba a suponer un impacto superior al millón de euros. Y es que solo en contratos con empresas de servicios y suministros se gastaron 500.000 euros, a los que hay que sumar 300.000 euros por imprevistos. Las compras personales de los soldados y las estancias hoteleras completan la cifra. Se felicitan desde el Gobierno por hacer contribuido a «favorecer la mejoría de la economía local».

El Gobierno asegura en la respuesta a Pons Vila que «Menorca ha sido un marco excepcional para la realización de este ejercicio». La presencia de militares de veinte países, así como la presencia durante un día de autoridades de estos estados, suposo, según el Ejecutivo, «un amplio conocimiento de la isla de Menorca en todo el ámbito multinacional OTAN» y «una notable contribución a la marca España por la excelente acogida y calidad de las instalaciones». Además. indica el texto que el impacto sobre el medio ambiente fue mínimo.


Que se repita

Al respecto, la senadora Juana Francis Pons Vila valora de forma positiva «que instalaciones infrautilizadas como las de San Isidro tengan un uso» y espera que ejercicios de este tipo se vuelvan a realizar en Menorca. «Darles el mejor rendimiento posible es incluso positivo para la economía local, es deseable que no se la última actividad de este tipo», concluye la senadora menorquina.