Un pregón con espíritu teatral

La agrupación artística, dirigida por Meri Pascual, ha recibido este año el honor de dar el pistoletazo de salida a las fiestas coincidiendo justo con la celebración de su «mayoría de edad». Y es que fue un 13 de agosto de 1997 cuando No ve d'un pam se estrenó sobre el escenario con una adaptación de «El enfermo imaginario». Fue la de anoche una velada muy teatral, en la que también se representó una versión reducida de la citada pieza de Molière. Las voces de dos de sus actrices, Marta Villalonga y Marga Pons, se encargaron de recodar la trayectoria de un grupo teatral, ahora inactivo, y que solo ha puesto en pie dos producciones artísticas: la otra fue «La ratonera» de Agatha Christie en 2004. Pero es que tal y como reconocieron ante el público las pregoneras: «en realidad no éramos un grupo de teatro; éramos un grupo de amigos que hacíamos teatro». Siguiendo el hilo de una velada marcada por el arte dramático, reconocieron también que en Sant Climent «todos somos un poco teatreros», y recordaron el dicho popular de «a Sant Climent, qui no ralla, no ment».

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Dieciocho años han pasado desde que No ve d'un pam se fundara en la barra de un bar de cuyo nombre sus integrantes no se acuerdan, aunque sí de un buen número de anécdotas que ayer compartieron con sus vecinos. «Nuestra ilusión era muy grande, y encontramos el apoyo del pueblo, que era lo que más nos importaba», reconocían las pregoneras en la parte final de su discurso, en el que también quisieron tener unas palabras de recuerdo para José Mari, «nuestro fotógrafo oficial y parte importante del grupo. Siempre estará presente en nuestro recuerdo», concluyeron con emoción.

Noche con sorpresa

Otro de los momentos más especiales de la noche fue cuando se hizo público el nombramiento de la Santclimentera de s'any, un honor que este año ha recaído en Joana Orfila Tudurí, quien recibió la noticia de la voz de su hermana, otra de las actrices de la compañía, Marisa Orfila. Según explicaron desde la organización de las fiestas, entre otros cosas, se eligió la figura de Joana, trabajadora del Ayuntamiento de Maó, por la ayuda que habitualmente presta a los vecinos de Sant Climent en los asuntos de papeleo en el Consistorio.