El ejemplar de Menorca, Trébol, en plena carrera en el hipódromo de París-Vincennes. | CARLOS OTERO

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El conductor, Biel Pou, y el propietario, Pau Salord, están muy pendientes de que el mal sueño del doble positivo por morfina y oripadine del caballo de Ciutadella, Trébol, tenga un final feliz. Será en unos 15 días cuando tendrán los resultados de las analíticas de los alimentos y complementos.

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«La verdad es que estoy muy dolido pero bueno, Trébol está en perfectas condiciones y nosotros, aunque estemos muy tocados, también estamos bien. Son cosas que sabemos que pueden pasar», lamentaba ayer el conductor del ejemplar menorquín, el mallorquín Biel Pou, desde tierras francesas. En palabras del veterano jockey, lo peor es probablemente «esta sensación de impotencia, que es muy importante. Siempre intentas tomar todas las medidas que le pasan a uno por la cabeza, precisamente para evitar aspectos como este, y pese a ello a veces pasa», proseguía Pou.

En cuanto a los medicamentos en cuestión, detallaba el conductor que «es muy improbable que se hayan podido administrar al caballo. Igual que el hecho de que pueda haber venido alguien aquí y administrar esto al caballo para que diera positivo» manifestaba. El tema está en que, según Pou, «hasta que no se detecte, encuentre y pueda probar, estamos hablando de suposiciones y punto», zanjaba.