La candidata al Senado Loreto Amorós, más conocida en la red como La Lo, en una imagen publicada en las redes sociales. | Facebook

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Las aguas de Twitter andaron algo removidas en las horas transcurridas tras el anuncio de la presencia de la twittera Loreto Amorós en la lista al Senado de Sobirania per a les Illes (SI) de cara al próximo 26-J.

Su desparpajo al mostrar al mundo sus ideas feministas y a la hora de hablar sin tapujos sobre determinadas cuestiones la han puesto en el centro de la diana, incluso antes de obtener ningún cargo de representación.

La situación recordaría a la del concejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata, apartado de la alcaldía de la capital española por unos tuits ofensivos del pasado, salvo por el matiz que La Lo, como la conocen en la red, aún no ha pasado por el veredicto de las urnas.

Pese a eso, tras conocerse la noticia de su llegada, algunos medios de alcance nacional se hicieron eco de ciertos comentarios realizados en la red social, destacando uno desafortunado sobre el arzobispo de Toledo, en el que expresaba «no se perderá una bala en su nuca, no...». En otro comentario lanzaba un «qué lenta pasa la semana sin follar».

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La mecha prendió, y algunos usuarios con cierta proyección pública reaccionaron a dicha situación; es el caso de la Fundación Círculo Balear, que comentó sobre la candidata: «echa de menos algún tiro en la nuca y follar más».

Además, la exsenadora del Partido Popular, Gari Durán, escribió: «la candidata ha huido. Quizás le avergüence alguno de sus tuits. Eso demuestra que no está preparada para ser senadora». En la misma línea, la exdiputada popular Aina Aguiló tuiteaba sobre sus supuestas intenciones: «seguro que la ficha alguna televisión, es lo que busca».

Sin embargo, estas acusaciones provocaron también el efecto contrario, y otros internautas de carácter más anónimo mandaron a Amorós mensajes de apoyo frente a lo que calificaban de ataques machistas.

Por su parte, la candidata ha matizado este jueves que «lo del follar es un tuit antiguo. Nunca, jamás, lo he dicho en una entrevista». Y bromeaba sobre el revuelo generado: «ya no sé si hay elecciones o erecciones. Voy a leeros, que me tenéis contenta».