TRAYECTORIA. Cámaras Frigoríficas Sociedad Anónima, Cafrisa, fue fundada en Ciutadella en mayo de 1981 por seis socios que tuvieron la idea de emprender un negocio innovador en Menorca en el sector de la distribución de pescado y marisco congelado para el sector de la restauración. «Fuimos los primeros en trasladar esta idea de servicio al sector de la alimentación y la hostelería, que quiso confiar en nosotros gracias a una propuesta innovadora que les planteábamos con un producto de calidad media alta», explica David Riera, actual gerente y segunda generación.
El encargado de hacer realidad esta idea fue su padre Lorenzo Riera Caules, que durante treinta y cinco años supo llevar a cabo una gran labor de gestión del negocio tanto en la relación con los clientes como con los proveedores, intermediando en la compraventa y distribución del producto congelado y haciendo visible su ventaja competitiva en cuanto precio y calidad. La buena aceptación de la propuesta de Cafrisa trajo consigo un crecimiento de las ventas en relativamente poco tiempo, lo que propició un aumento en paralelo tanto de la flota de vehículos para reparto como de personal propio, que pasó de cuatro a ocho personas. «Yo me incorporé al negocio en el año 2000, después de finalizar mis estudios con el objetivo de trabajar codo a codo con mi padre como adjunto de dirección», explica David Riera.
Durante quince años hasta la jubilación de Lorenzo Riera, juntos afrontaron distintos retos de modernización de la empresa como por ejemplo nuevas adquisiciones de maquinaria y tecnología, las sucesivas renovaciones de flota así como un crecimiento considerable en recursos humanos.
Cafrisa cuenta actualmente con una flota de seis vehículos, dos camiones isotérmicos, cuatro furgonetas y unos almacenes frigoríficos de 800 metros cuadrados en el polígono de Ciutadella donde cada mañana inician su reparto a toda Menorca. «Nuestro equipo humano es muy importante porque no basta con tener un buen producto, tienes que tener personas implicadas que te ayudan a afrontar los retos que el día a día y en nuestra empresa, lo tenemos», añade.
IMPORTACIÓN. En 2019 decidieron impulsar una nueva línea de negocio de pescado congelado, en este caso como importadores directos desde Marruecos hacia España, aunando toda su experiencia anterior como distribuidores de un producto de calidad para el sector de la restauración, su cliente más importante. «La Unión Europea es el mercado por excelencia para Marruecos que absorbe más del 50% de lo que se recoge porque ellos no son grandes consumidores de productos de pesca. Los datos hablan de que el consumo per cápita anual es de 9,5 kg/habitante, lejos de la media mundial con casi 17 kg y muy distante de la media española con casi 43 kg/habitante. Nosotros hemos centrado nuestra importación en calamares, sepia y pulpo», explica Riera. Como soporte logístico, desde Cafrisa alquilaron un almacén frigorífico propio en Barcelona para facilitar las labores de almacenaje y un segundo en Menorca a través de la empresa Mascaró Morera. «Gracias a esta operación también nos hemos podido abrir a comercializar para clientes mayoristas de toda Balears y de la península.
«Si algo nos ha caracterizado ha sido el profundo conocimiento del producto que manejamos y la profesionalidad con la que llevamos a cabo todos los procesos. Nos ha gustado ir un paso por delante de nuestros clientes para avanzarnos a sus necesidades y por ello abrimos esta línea de importación directa», explica David Riera.
ONLINE. Un año después de iniciar esta experiencia, crearon Cafrisa Express como división de la empresa dedicada al servicio a domicilio para particulares, trasladando la operativa al terreno online a través de su página web con el objetivo de que el cliente pudieses realizar los pedidos que posteriormente serían distribuidos por su flota de vehículos isotérmicos. «Fue nuestra respuesta a la situación creada por la pandemia, que trastocó la dinámica comercial de la empresa pero lejos de bajar los brazos, supimos reaccionar y ofrecer una alternativa en consonancia a las tendencias actuales de comercio online y dirigida a clientes particulares», detalla Riera. «Nuestra tarea era la de ofrecer un amplio surtido de productos congelados de calidad teniendo como principal objetivo el servicio desde nuestra empresa hasta los hogares sin perder la cadena óptima de frio», añade. La respuesta fue muy satisfactoria y ello les ha permitido continuar con esta nueva línea de negocio.
RESTAURACIÓN. Sin duda el cliente principal de Cafrisa es el sector de la restauración para el que suministran a diario desde sus almacenes los productos congelados. «Empezamos suministrando al sector de la alimentación y restauración de Ciutadella así como también los hoteles y poco a poco nos fuimos dando a conocer al resto de la isla», explica David Riera. Disponen de un amplio portfolio en el que no solo hay pescado y marisco sino que también incorpora productos cárnicos, embutidos, verduras y precocinados, lo que con el transcurso de los años ha supuesto que hoy día estén trabajando con más de 400 referencias. «Tenemos toda clase de pescados y mariscos que uno pueda imaginar, carnes, verduras y también la gama de precocinados sin olvidar los postres», detalla.
