Un principal, cigala con esferas de apionabo, lentejas caviar y polvo de jamón ibérico, y como postre un bizcocho de té matcha y cremoso de chocolate picante, crumble de pimienta rosa, sorbete de lima, lichi y aire de lichi. «Tu menú ha sido totalmente equilibrado. Hay cosas por pulir en tu trabajo, pero con la humildad y los valores que tienes, podrás ser lo que tú quieras y feliz y realizada», ha dicho Jordi. Por su parte, Verónica ha hecho una propuesta más medioambiental representando las cuatro estaciones del año y poniendo énfasis en el cambio climático a través de su postre hecho con un bizcocho de chocolate con crema de calabaza especiada y helado de apionabo y lima y crumble de castaña y tofe salado de haba tonka.
Como entrante ha preparado un licuado de guisantes, angulas salteadas, colmenillas confitadas, espuma de ajo y aire de espárrago blanco; y como principal un bogavante de algas y marisco, chele de crustáceos, bizcocho de coral, gel de sidra y salsa de yema de huevo. «Lo que me has hecho sufrir para bien. Me alegro de haberte dicho el año pasado que 'no', has vuelto con muchísima fuerza», felicitaba Pepe. María Lo se ha hecho así con el título de ganadora del concurso, con 100.000 euros en metálico, la publicación de su recetario y la realización de un curso en el Basque Culinary Center. De hecho, fue ella quien consiguió ponerse la primera chaquetilla de primera duelista gracias a su esfuerzo y concentración en el cocinado en el que había que seguir a un acelerado Carlos Maldonado (Raíces, Talavera de la Reina), quien no les ha dado tregua a la hora de replicar su receta de cigala con almendras, buñuelos de tortilla de patata y pasta fresca.
La gaditana se impuso a David quien estuvo atinado en varias partes del cocinado, pero a mitad del mismo se perdió y fue dando palos de ciego posteriormente. Aunque se impuso por encima de Adrián quien hizo elaboraciones a ojo para salir del paso y a una Verónica totalmente perdida y con una cocina muy caótica, cosa que criticaron los jueces. «Será difícil conseguir la chaquetilla con este plato, pero no tires la toalla», le dijeron. No menos dura fue la prueba de exteriores, con el magnífico Celler de Can Roca como puesta de largo. Como novedad en esta décima edición, para juzgar los platos de estos tres finalistas, se han reunido en una misma mesa jueces de «MasterChef» procedentes de distintos países como Ecuador, Israel, Suiza, Polonia, Marruecos, Rumanía y Portugal.
Los tres finalistas se repartieron seis platos de los hermanos Joan, Pitu y Jordi Roca: Mar y montaña vegetal y raya mimosa (David); guisante al vapor de xarel lo y cordero con cuscús vegetal (Verónica); y toda la gamba y bosque lluvioso (Adrián). Tras 230 minutos de prueba y los consejos de los cocineros, el jurado proclamaba a Verónica como segunda duelista de la noche. «¡Qué pena! No puedo sacarte ningún fallo a relucir y me machaca», bromeaba Jordi. «Has hecho un maravilloso trabajo y quiero que esta chaquetilla te la dediques a ti», añadía. De esta manera, David quedaba en tercer lugar, logrando un curso de especialización de técnicas culinarias de vanguardia, de ocho semanas de duración en el Basque Culinary Center, y en cuarta posición Adrián, quien ha confesado que para él lo importante era que el programa le ha dado «de nuevo una vida».
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