El caballo que participó en Águila Roja muerto por desnutrición.

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La Guardia Civil ha imputado a una persona un delito de maltrato animal por «desnutrición extrema» de varios caballos, entre ellos un equino que participó -cuando era propiedad de otras personas- en la serie «Águila Roja» y que ha sido hallado muerto.

De nombre Cervantino, este caballo también pudo verse en la serie de televisión «Tierra de Lobos», han informado hoy fuentes de la Guardia Civil de Badajoz.

En un comunicado, el instituto armado ha explicado que el cadáver de este equino fue hallado en avanzado estado de composición en una finca del término municipal de Jarilla (Cáceres), junto a otros diez caballos.

Dos de estos sementales fueron localizados encerrados en cuadras con evidentes síntomas de desnutrición, y el resto de animales deambulando por la finca, que cuenta con una superficie de unas 10 hectáreas.

Tras las gestiones realizadas para identificar al caballo muerto, cotejando para ello el hierro de la yeguada y la documentación identificativa aportada por el propietario, la Guardia Civil pudo averiguar que se trataba de Cervantino, un equino que participó cuando era propiedad de otras personas en el rodaje de «Águila Roja» y «Tierra de Lobos».

Según las mismas fuentes, el equino era utilizado entonces por los protagonistas de estas series.

Efectivos del Seprona y de los Servicios Veterinarios del Gobierno de Extremadura constataron que los caballos sueltos mantenían su corporal normal, mientras que los dos sementales encerrados en las cuadras presentaban «un aspecto lamentable y una notoria delgadez, careciendo de acceso a comida y agua».

Uno de estos dos animales presentaba síntomas de deshidratación, un prolapso en el pene y todo su cuerpo estaba impregnado de su propio estiércol debido a la falta de limpieza y acumulación de deyecciones en el interior de las cuadras.

Al no poder localizar al propietario de los animales, y tras valorar el riesgo de «daños irreversibles e incluso la posibilidad de que acabaran falleciendo por inanición o deshidratación», el veterinario dispuso la liberación de los dos caballos recluidos en las cuadras.

De hecho, según la Guardia Civil, estos dos equinos se abalanzaron inmediatamente a comer la hierba de la finca e, incluso, el pienso destinado a la alimentación de los perros.

La investigación también permitió confirmar el fallecimiento en fechas anteriores de otros caballos en la misma finca «debido a la desatención continuada en sus cuidado, la falta de alimentación y la omisión en la aplicación de tratamientos preventivos o curativos».

Además, al imputado se le acusa de haber propinado una paliza a dos perros bajo el pretexto de haber matado a una gallina y de golpear con una fusta a un caballo, el cual dejó ciego de un ojo.

Esta actuación policial tuvo su origen en una denuncia interpuesta por un particular en la Oficina de Información y Atención al Ciudadano de la Dirección General de la Guardia Civil.