16/06/14 0:00
QUE este enorme autocar de dos pisos, de la empresa catalana Vilà Betriu, fuera capaz de llegar hasta el aparcamiento de la playa de Macarella, completando así un trayecto que resulta complicado hasta para un simple turismo por lo estrecho del camino y sus curvas. Una hazaña para el conductor que se complicó todavía más en el viaje de regreso.