TW

Al recibir Luis Mateo Díaz el Premio Cervantes, el pasado 23 de abril, proclamó que «la verdadera satisfacción de la literatura consiste en saber que escribir es vivir; mantener un compromiso entre la escritura y la existencia. Es en lo imaginario donde está mi más allá».

Para Maite Salord Ripoll, que ahora acaba de publicar «El temps habitat» en la editorial Proa, lo más relevante de su creación literaria consiste en recuperar, revivir y reconstruir los tiempos, que no se pueden comprar porque no tienen precio.

«Lo que añoramos del pasado es la vida, son las personas, son momentos que no podemos recuperar aunque regresemos al mismo lugar donde sucedieron», explica la escritora de Ciutadella.

De ahí el título de esta última obra, porque no recordamos los espacios, sino que vivimos y evocamos el tiempo habitado.

En «L’alè de les cendres», editada en 2014 por Arrela, Maite Salord cumplió el duro encargo que había recibido de su madre, veinte años antes, para recrear una historia en la que dio voz a los vencidos en la guerra civil. No fue fácil, porque todos veníamos de un doloroso y largo silencio, que se prolongó durante la posguerra. Acertó con la fórmula de la narración alquímica que combina realidad y ficción.

Después vino «El país de l’altra riba», con la que ganó el premio Proa 2021, un relato épico de identidad y memoria protagonizado por personajes desterrados y exiliados, marcados por los grandes conflictos del siglo XX.

Y ahora, la profesora del IES Mª Àngels Cardona, que se despidió de la política conquistada por su vocación docente y literaria, nos atrapa e interpela con «El temps habitat», el retorno imposible de Àngela Benejam a la casa familiar que se desvanece. La protagonista se reencuentra con el tiempo habitado en un espacio fundido en negro. La última chaqueta que nos ponen carece de bolsillos, pero la felicidad existe y la hallamos en los grandes y pequeños buenos momentos que habitamos en nuestra vida.