Si el PSOE es un partido que lucha contra la corrupción y Sumar es otra formación política que se define como feminista por encima de otras consideraciones, no podemos extrañarnos que representantes de estas mismas siglas hayan descrito a Arnaldo Otegui como un hombre de paz.
Ese es uno de los muchos comentarios más o menos jocosos, aunque con cierta lógica, que han circulado por las redes sociales estos días a propósito de la incontinencia sexual de Íñigo Errejón, hasta incurrir en abusos y agresiones a mujeres que ahora lo denuncian. Se trata, curiosamente, de ese mismo adalid del feminismo que, con su verborrea supuestamente inteligente de profesor universitario sobrado y «progre», fue una de las columnas fundacionales de Podemos y más tarde, fichaje estelar de Yolanda Díaz. Así han acabado él y la mayoría de sus compañeros en menos de un decenio, el mismo final que se adivina en la agrupación urdida por la singular política gallega.
Adiós a las armas
Depende de quién seas y de dónde vengas
Menorca02/11/24 4:00
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