Oraciones
Cuando no hay nada que hacer
Creo recordar que ya escribí un título similar, ignoro si hace meses o años, pero como se nota que no debí quedar muy satisfecho, y el asunto es de gran actualidad, me atreveré a insistir. Qué cosas se pueden hacer cuando no hay nada que hacer es en general algo optativo, allá cada cual, pero como no todo el mundo tiene las agallas de Sócrates, que según cuentan intentó aprender a tocar la flauta mientras le preparaban la cicuta para suicidarse, conviene tenerlo previsto para no atolondrarse en el último momento. Sin desdeñar la posibilidad, heroica, de no hacer nada. La que escogió el valiente arponero caníbal del Pequod, el señor Queequeg, que tras ordenar al carpintero de a bordo un féretro de su tamaño, se dio por muerto y se quedó quieto, a verlas venir. Féretro con el que por cierto salva el pellejo Ismael, el narrador de Moby Dick, prueba quizá de los extraños efectos beneficiosos de no hacer nada cuando no hay nada que hacer.
También en Opinión
- Carrefour elige el lugar más céntrico de Maó para abrir su primer súper en Menorca
- Llegan con su barco a Maó y roban ropa en una tienda: la Policía Nacional los detiene
- La entrada de un frente pone en alerta a Menorca: tormenta, fuerte viento y temporal marítimo este fin de semana
- La nueva herramienta de la Policía Local de Maó para detectar el alquiler turístico ilegal
- El autor del intento de atropello a una mujer en el polígono de Sant Lluís queda en libertad