El universo digital, que es el que hay, no tiene horarios, y menos horarios de máxima audiencia. Porque los cubren todos, las 24 horas del día y la noche, y todos gozan de máxima audiencia casi simultánea, en uno u otro continente. Los horarios, los tiempos y las fechas los marcan siempre los que mandan, el poder consiste en poner horarios, y basta ver el calendario para comprobar lo mucho que ha mandado la Iglesia durante milenios. Hasta el cambio de las estaciones y las festividades son cosa suya todavía. La expresión «horario de máxima audiencia», un concepto de uso general a fuerza de repetirlo, procede de cuando la televisión regía nuestras vidas, lo ordenaba todo y, por supuesto, mandaba más que nadie. Imponía y definía los horarios. Pero ese tiempo acabó, y aún no se han enterado de que no pintan nada. El mundo digital no tiene horarios, precisamente porque los tiene todos. Sin contar con que la audiencia, de por sí, no es cuestión de horarios, sino acaso de temarios. Emotividad de máxima audiencia sería lo adecuado, o vestuarios de máxima audiencia, que es como califican en internet esa franja, en absoluto horaria.
Horario de máxima audiencia
14/10/23 2:01
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