La Conselleria de Economia del Govern, que dirige el vicepresidente Antoni Costa, redactará un estudio para que los residentes en Balears se libren de pagar la ecotasa.
La norma que rige el ‘Impuesto de Turismo Sostenible' no prevé ninguna excepción, de manera que los menorquines e ibicencos que se trasladan a Palma para realizar gestiones profesionales, por motivos de atención médica y sanitaria, o para acudir a reuniones y encuentros que exigen pernoctar, constatan como en la factura del establecimiento donde se han alojado se añade el concepto correspondiente por pernocta.
Este mismo criterio se aplica a los mallorquines que vienen a Menorca por razones profesionales u otras causas que nada tienen que ver con el ocio y el turismo. Por tanto, ¿qué sentido tiene que el Govern siga cobrando, a través de los hoteles, un impuesto que grava la estancia de naturaleza turística cuando no tiene esta característica? El sentido común y la prudencia promueven la solución que ahora gestiona el Govern Prohens.
La fórmula que están valorando los técnicos de la conselleria que dirige Antoni Costa, experto en cuestiones tributarias, aún no ha sido definitiva. El objetivo está claro: que los residentes evitemos el cargo de la ecotasa cuando viajamos de una isla a otra.
Sobre la mesa ya han puesto funcionarios la opción de pagar primero y que se nos devuelva después el dinero abonado a través de algún tipo de bonificación o desgravación en el IRPF.
¿No sería más rápido y efectivo modificar la ley e incluir de manera clara que los residentes en Balears quedan exentos de la ecotasa? Pero, ¿cómo distinguir entre viajes turísticos y no turísticos? Esta la cuestión a resolver.
Antoni Costa sabe que no resulta fácil introducir distinciones en las normas tributarias que son de aplicación general. Ello exigirá cautelas y hallar un mecanismo que después no sea impugnado o anulado. Ecotasa sí, siempre y cuando el viaje y la estancia tenga naturaleza turística.