Una vez más celebramos la Pasión de Jesús de Nazaret por la que, según Pablo, vino la salvación de la humanidad. Una interpretación del papel del esperado Mesías totalmente diferente de lo que los judíos creían y esperaban. Veremos si no hay ahora otra re-interpretación por parte de los conservadores extremos de Estados Unidos por lo que está sufriendo Donald Trump al ser «vilmente perseguido» por los que él llama comunistas demócratas.
Los conservadores extremos americanos, siempre con la Biblia en la mano, interpretan las historias que allí se cuentan en términos de la política que quieren llevar a cabo. Así ya nos contaron cuando Trump fue elegido presidente que estaba previsto en la Biblia. En el capitulo 45 del libro de Isaías, Trump fue el presidente 45, se describe la liberación de los judíos en Babilonia por Ciro, el rey persa. Según estos intérpretes eso era un símbolo que anunciaba la liberación de los cristianos en América gracias a Donald Trump. A partir de entonces los cristianos gobernarían América como Dios ha prometido.
Pero ahora Trump está siendo procesado por varios asuntos. El que está más avanzado es el de la corrupción por pagos a la actriz Stormy Daniels para tapar la relación que habían tenido. Trump usó los fondos de la campaña electoral para esos pagos y el martes día 4 será imputado por parte del correspondiente jurado. Aunque esta imputación no impedirá a que continue su campaña para las primarias del partido republicano para las próximas elecciones presidenciales. Así empieza la semana de la pasión para Trump. Este juicio que Trump atribuye a una venganza de los demócratas lo lleva el fiscal Alvin Bragg de Nueva York. Trump no ha parado de amenazar a Alvin Bragg constantemente e insultarlo. Incluso publicó una foto en un twit amenazando con atizarle con un palo de baseball.
Trump empezó incitando a sus seguidores a que se manifestaran en Nueva York. De momento este tipo de amenazas no han tenido mucho éxito, pero hay que ver qué pasa cuando trump llegue a Nueva York para ser imputado. Muchos miembros del partido republicano lo apoyan y defienden los ataques y las mentiras continuas que él viene usando. Pero hace unos días va cambiando la estrategia de Trump y de insulto va pasando a lamentos. Ahora es la víctima de una persecución y eso desgraciadamente puede ayudarle en su campaña electoral.
Hay otro juicio pendiente en un juzgado vecino al de Alvin Bragg contra Donald Trump, el del juez federal Lewis Kaplan. Es una demanda por violación y difamación por parte de una ex periodista, Jean Carroll. El juez que lleva este juicio y a la vista del comportamiento violento de Trump contra fiscales, miembros del jurado y jueces ha decidido tomar medidas especiales, como las que se suelen tomar cuando se juzgan jefes de la mafia. Los miembros del jurado serán anónimos y no se publicaran sus nombres. Este juicio se espera que empiece a finales de este mes. Abril será un mes apretado para Trump.
Naturalmente esos no son los únicos juicios pendientes para Trump. El asunto pendiente más importante, que veremos a dónde llega, es el asalto al Capitolio el 6 de enero. Él fue quien instigó ese ataque por el cual tiene que responder. Aun no hay acusación formal y desde que los republicanos controlan el Congreso ese asunto se va demorando. La negación de su derrota a la presidencia y el alentar ese ataque son probablemente los hechos más antidemocráticos que un presidente ha cometido. Deberían descalificarle para ocupar ningún cargo público, pero los republicanos no se atreven a tomar medidas en su contra.
Mientras seguimos esperando, una asociación, pastores por Trump, sigue organizando plegarias públicas en apoyo de este hombre y de su candidatura a la presidencia. La locura sigue y mientras tanto la democracia se va derritiendo.