Estas semanas se ha puesto de moda en algunos ambientes mediáticos recordar el llamado síndrome de la rana cocida. Veamos.
Si a una rana se la sumerge en agua hirviente, además de ser una canallada horrorosa, el animal reaccionará de forma dramática. Se revolucionará, luchará y hará todo lo posible por sobrevivir y no ser hervido vivo. Pero la cosa cambia si se la sumerge lentamente en agua tibia. Su cuerpo percibirá primero una agradable sensación de relax que permitirá ir subiendo gradualmente la temperatura hasta que llegue el momento en que, ya cogido, débil e indefenso, el batracio no podrá reaccionar y entrará en la inconsciencia hasta quedar totalmente cocida. Morirá hervida. Un horror.
Trasladado ello a la política que sufrimos significa que unas medidas o actos gubernamentales bruscos pueden propiciar una reacción inmediata e indeseada del pueblo pero que aplicados lenta, suave y gradualmente, pueden conseguir el fin pretendido sin haber provocado una oposición brutal. En palabras populares: hay que ir metiendo solo la puntita, lo justo para ir avanzando posiciones pero sin llegar a romper la baraja. Sin cocer al pueblo.
Es lo que pasa hoy en España. Nuestro país se está cociendo lentamente y pronto alcanzará su punto de ebullición. A juicio de muchos y a pesar de todo lo vivido hoy el agua aún se mantiene tibia pero de seguir la deriva gubernamental actual pronto hervirá.
Todas las medidas que ha ido tomando este Gobierno social-comunista van encaminadas a destruir el legado de la Transición y su resultado: cuarenta años de paz, concordia, desarrollo y prosperidad. Ahora quieren transformar España en una República federal donde las idealizadas y pretendidas identidades conduzcan a una dispersión de una nación de siglos. Así, las autonomías destruirán España.
Naturalmente para conseguir ‘cocer la rana' se necesita la colaboración fundamental e imprescindible de un brazo mediático sumiso y dócil a las órdenes del Gobierno. Y así vemos como sus insensateces son mediáticamente suavizadas cuando no alabadas por buena parte de las principales televisiones y medios de comunicación (siempre sumisos ante quienes les financian) hasta el punto de que quien discrepe de ellos es directamente titulado como facha, fascista o retrógrado.
Todas las fechorías cometidas: indultar a unos delincuentes no arrepentidos, asociarse con zumbados crónicos, cerrar el Parlamento con excusas pueriles (cuando es en tiempos de crisis militar, económica o sanitaria cuando más falta hace), pretender colonizar las principales instituciones del país (Fiscalía, Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, Tribunal de Cuentas, manipular el CIS), mentir más que respirar, comprar la opinión pública con subsidios y propaganda, ceder lo imposible y anunciar que lo seguirán haciendo (malversación), manipular las encuestas, los datos... La lista es infinita: gobernar desde la demagogia, cogobernar con los descendientes de los asesinos etarras, ceder ante los minúsculos grupos territoriales, adoptar una forma de gobernar a la venezolana dictando decretos constantemente, orillar a los órganos judiciales y negándose a escucharlos, etc. etc.
Sí, España se va cociendo y ya nos acercamos a la cocción final. Ya solo ‘mos fa falta un bull més'.
Notas:
1- En el acto de Iniciativa por Mahón del pasado día 26 se reunieron a cenar en una misma mesa hasta cuatro articulistas habituales de este diario. Otros cuatro más se excusaron por estar de viaje o por enfermedad.
2- María Florit, la joven cantante y guitarrista, emociona con sus canciones y remite a la saga de la familia de José Félix Orfila, su bisabuelo. Sus «Manies que tenc» es espléndido. Se puede ver, escuchar y disfrutar en You Tube. Transmite la paz de la Isla.
3- Lo de los niños expulsados de clase en Palma por querer apoyar a su equipo de fútbol roza el delito constitucional. Mientras, a la inquense/inquera no se le ocurre nada más que apoyar a la maestra de La Salle y arrastrar consigo a todo el Parlament en este apoyo. ¡Qué vergüenza!
4- Felipe González: «La ley (del sí es sí) está mal hecha y se debe de reformar inmediatamente».
5- Savater: «Allí donde ondea la bandera española, allí, se defienden mis derechos constitucionales y mis libertades».
6- Más: Savater es hoy criticado por los que, anclados en sus barbas de los años 70's, son incapaces de evolucionar.
7- Sabina es hoy criticado por los que, anclados en sus perjuicios de los años 70's, son incapaces de evolucionar.