Otra vez toca cruzar el charco y cambiar de vida. Del centro de Madrid, rodeado de personas por todas partes, con tiendas y bares a cada dos pasos, y con excelente transporte público, paso a mi bosque, rodeado de ciervos, ardillas, pájaros y toda clase de animales, sin ver una persona que no sea de la familia en semanas, y sin poder comprar nada a menos que se coja un coche. Un cambio total.
Para el trabajo nada cambia, es la ventaja del teletrabajo. Solo cambian las horas de mantener conferencias con los colegas, un salto hacia atrás de seis horas y muchas más de viaje, lo que es cansado. Después de haber volado dos millones de millas con la compañía Delta, por lo que fui premiado hace un par de años, parecería que estoy acostumbrado a estos viajes, pero no, se me hacen muy pesados.
Pero lo más pesado es que una vez allí me toca votar el día 8. Lo que duele es que por el distrito y estado en que vivo nunca salen elegidos ninguno de los candidatos que he votado. Nuestra región es ultraconservadora y ahora trumpista. Esto hace que sea doloroso votar ya que sabes que tu voto es inútil y pierdes toda la ilusión.
Estas elecciones son las de mitad del periodo presidencial. Casi siempre suelen ser con menos participación que las presidenciales y algo críticas al gobierno existente, pero este año la situación es muy grave. El partido Republicano se ha radicalizado mucho con Trump y muchos de los candidatos que se presentan son de la línea de Trump. Son gente que mantiene la historia de que Biden ganó por trampa electoral y pretenden un control más estricto de los votantes que puede resultar en disminución de los participantes más pobres que no pueden mantener sus papeles al día.
El dinero que se ha volcado en las elecciones por parte de la derecha es muy grande y la falta de entusiasmo por parte del centro izquierda ha resultado en que no se haya dado mucho dinero. Así la propaganda está muy marcada por los de Trump con sus increíbles historias que mucha gente se cree. Trump a participado en muchos de los actos públicos de sus seguidores.
Algunos de los actos que se han celebrado para fomentar el voto republicano las cosas han llegado al límite de la estupidez y disparate. Así por ejemplo en la ReWaken American Tour in Pensilvania, uno de los ponentes, un ultracristiano, ha presentado, entre gritos de entusiasmo por parte del público, una profecía, que se ve en el gráfico adjunto. Bo Polny anunció, citando la Biblia, que a fin de año el ángel de la muerte visitaría a las 24 personas que aparecían en las fotografías que mostró, encabezadas por Biden naturalmente. Acabó el discurso diciendo «el 45 vuelve», referencia a Trump. En la conferencia también se metieron con el papa a quien un pastor protestante llamó chulo y dijo que había prostituido a la Iglesia.
Al oír y ver todo eso ya no sabes si reírte de las imbecilidades que se dicen, o llorar por el dolor que causa ver a tanta gente que cree en todo esto y por la posibilidad de inducir a la violencia. Ha habido amenazas a varios políticos demócratas, las amenazas de muerte a Pence, Pelosi y a Schumer han sido confirmadas por los Servicios Secretos. Además ha habido al menos un caso de violencia estos días. Un hombre asaltó la casa de la Sra. Pelosi preguntando por ella y con un martillo hirió seriamente a su marido. Las fotos de los tres amenazados estaban en la lista de los que iban a ser visitados por el ángel de la muerte.
Otro problema que tenemos es que las mayorías demócratas en el Congreso y en el Senado son muy pequeñas, en el Senado basta el cambio de un demócrata por un republicano y los demócratas pierden la mayoría. Eso hace que la posición de Biden pueda ser muy débil. Además esos cambios facilitarían la vuelta en dos años de Trump lo que puede ser el fin de la democracia en América.
Así que no estoy seguro de adonde voy, ¿voy al Nuevo Mundo? o ¿voy a otro planeta habitado por seres extraños?
