24/10/22 3:59
No sé ustedes pero yo de cada vez voy cerrando más puertas y ventanas y si en alguna ocasión se me olvida hacerlo, ya sea por olvido o dejadez, encuentro mi mente y espíritu invadida de piratas dispuestos a destrozar mi galeón que tanto me ha costado construir y a robarme la paz y tranquilidad que tanto me ha costado conservar. Ya hace tiempo que no estoy para abordajes ni cañonazos, ni abrazar a individuos con garfios en lugar de manos, ojos emparchados y patas de palo carcomidas. Tengo callos endurecidos y valiosos en mis manos de tanto darlas a otras repletas de amistad y brazos encorvados de tanto dar y recibir abrazos.