Una frase muy común en Estados Unidos es que «el diablo está en los detalles», algo que es bastante cierto. Todos tenemos nuestras ideas de mejoras que nos gustaría que se implementaran en nuestra sociedad. El problema está al pasar de la idea general a los detalles de la implementación. En general suele ser muy complicado.
Nuestra sociedad es lo que en ciencia llamamos un sistema complejo que se auto-regula, a veces se quiere hacer un cambio y la autorregulación hace que las consecuencias del cambio sean lo contrario de lo que queríamos. Es muy importante que al querer implementar algo sepamos realmente las causas del problema.
Si ponemos una línea de fichas de dominó separadas por una distancia pequeña, al caer una ficha caen todas. En una situación como esta es común culpar del problema a la primera ficha que ha caído, pero el problema no se resuelve quitando esa ficha. El problema esta en la estructura, las fichas están demasiado cerca unas de las otras. En los problemas sociales también, los problemas no siempre están en quienes aparentemente los provocan sino en la estructura social.
Ahora se habla de hacer ilegal la prostitución. Este es un problema que ciertamente hay que eliminar, es tratar de forma degradante y humillante a un grupo de mujeres que en muchos casos tienen pocas posibilidades de sobrevivir económicamente. Este problema se ha intentado resolver de varias maneras.
Una solución que se ha aplicado es la prohibición total de esas actividades. El problema es que la autorregulación de la sociedad hace que se creen mafias controlando la prostitución ilegal que ejercen un gran control sobre las mujeres y su situación puede ser peor que antes de aplicar la medida y a la vez el nivel de criminalidad aumenta. Es lo que pasó en Estados Unidos en los años 20 con la prohibición del alcohol. En España las mafias de trafico de mujeres ya juegan un papel muy importante, aunque perseguidas.
Otra solución que se ha aplicado por ejemplo en Holanda es la de legalizar la prostitución. Eso permite un mejor control de la situación pero se sigue humillado a las mujeres que se tienen que dedicar a ello.
Estamos en un caso en que el diablo está en los detalles. ¿Como resolver un problema como éste? Evidentemente no hay soluciones simples pero sí se podría intentar atacar el problema desde sus raíces y usar varias posibles soluciones en paralelo.
Primero a nivel de educación. Hay que enseñar a los niños y a los jóvenes a respetar a las mujeres. Mostrarles lo humillante que es aprovecharse de una mujer por su condición económica. Los hombres tenemos que entender eso y evitar participar en la prostitución.
A un segundo nivel hay que ofrecer a las mujeres que se encuentran en tal situación oportunidades para incorporarse a la vida normal de la sociedad. Sobre todo oportunidades de empleo digno y ayuda sicológica.
También hay que perseguir duramente a los traficantes de mujeres. Eso es un crimen que cada vez está más extendido y se necesita cooperación entre países para eliminar esas mafias. Naturalmente también se debe multar a quienes usan los servicios de la prostitución y no culpar solo a las mujeres de ello.
Esos son algunos de los detalles que creo deberían usarse en evitar la prostitución. No soy un experto en el asunto, pero quienes saben más podrían completar un programa de este tipo. La cuestión está en que no basta una ley prohibiendo o legalizando la prostitución, hace falta todo un sistema de medidas que se complementan y atacan al fondo del problema.
La paz es algo que también todos deseamos pero el conseguirlo es aún mas complicado. Hay quienes quieren eliminar armas, eso sería muy efectivo si fuera en todas las naciones pero mientras existen Putines ¿qué se puede hacer? La otra es seguir el consejo que ya daban los romanos «si vis pacem para bellum», pero eso puede llevar a una carrera de armamentos y finalmente a la guerra. En ese problema no veo ninguna solución a corto plazo, pero de momento no conviene tomar posiciones extremas pero sí seguir exigiendo la paz.