Las noticias de la prensa siempre suelen estar dominadas por unos pocos sucesos que cambian con el tiempo. En los pasados meses los temas dominantes en la presa han ido de la erupción del volcán de la isla de la Palma, a la pelea entre Ayuso y Casado por quien tiene la pelota, y ahora a la guerra de Ucrania. No digo que no sean importantes algunos de esos sucesos, sino que nos eclipsan de ver otros que incluso puede que sean más importantes.
Por ejemplo en las últimas semanas el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) ha publicado un informe muy completo, de unas 3.500 páginas, sobre el cambio climático del que muy poco se ha hablado debido a la guerra de Ucrania. Este informe del IPCC nos pinta un futuro nada optimista y no solo nos habla de las consecuencias globales del cambio de clima sino también de sus consecuencias sociales. Los países pobres, que son los que menos han contribuido a ese cambio, son los que van a sufrir más sus consecuencias. Triste panorama que sigue enfatizando las terribles desigualdades de este mundo y aumentará las tensiones entre países y grupos sociales.
El informe indica que el descontrol de las emisiones de gases de efecto invernadero aumentará el nivel del mar de forma que desaparecerán zonas costeras en muchos países incluso países enteros localizados en pequeñas islas. La sequía, el calor, el hambre, y los desastres meteorológicos obligarán a millones de personas a dejar sus hogares. Habrá muy peligrosas y extensas catástrofes debido a los cambios extremos del tiempo. Ya hemos empezado a observar algunos de estos desastres y la conclusión del IPCC es que seguirán aumentando sin parar.
También se incluye en el informe el negativo efecto de cambio climático sobre muchas especies de animales y plantas. El cambio climático ya ha sido la causa de la desaparición de unas 400 especies en todo el mundo. Desde 1945 las sequías que está causando han sido responsables de la perdida del 20% de los árboles en Norte América y en partes de Africa.
El aumento de temperatura media en el mundo es sistemático. Los siete años más calientes desde el siglo XIX, son los siete últimos años. Estamos ya entre 1.1 y 1.2 grados de aumento de temperatura relativo a finales del siglo XIX. Las previsiones son que la temperatura seguirá aumentando y llegaremos a 1.5 grados en la próxima década. El aumento térmico que ya tenemos causa y seguirá causando problemas aunque fuéramos capaces de frenar todas las emisiones ahora.
La guerra en Ucrania se ha combinado de varias maneras con los problemas del cambio climático. En primer lugar y como decía al principio un efecto ha sido el de tapar al público el informe de la IPCC, cosa que es grave. Pero también hay otros efectos combinados. Uno es que debido a la guerra la producción agrícola de Ucrania y Rusia disminuye seriamente. Esto se combina con la gran sequía en Norteamérica y otras partes del mundo que ha causado también una reducción de la producción agrícola. Todo eso impactará a los mercados de una forma muy negativa. Ya se pueden empezar a ver esos efectos en los mercados.
Pero hay un posible aspecto positivo en la interacción entre la guerra de Ucrania y el calentamiento global. La guerra ha causado ya y seguirá causando aun más problemas en el suministro de energía a Europa. Esto puede causar un nuevo planteamiento de como Europa puede ser más autónoma en energía. Las energías renovables pueden ser un camino a adoptar para resolver este problema a largo plazo. Es posible que la presente guerra ayude a tomar decisión en esta dirección.
La guerra de Ucrania ha creado mucha tensión por lo que pueda pasar. En el caso del cambio climático sabemos lo que va a pasar y es catastrófico, pero eso no parece causar ninguna tensión especial. Es hora que todos nos informemos bien sobre ese problema y actuemos.