Un matrimonio te para en plena calle, angustiado, para contarte que su hijo, de unos quince años, no lee nunca, a no ser los mensajes de Whatsapp que recibe y que contesta con fruición. No lo entienden –continúan padre y madre-, porque ellos han sido lectores voraces y el chaval ha contado con buenos profesores… Buscas modestamente una respuesta, que no es fácil, como la de hacerles ver lo que ellos ya saben, lo que tú sabes, lo que sabéis todos: que la sociedad se ha banalizado –y de forma voluntaria- para crear a verdaderos iletrados, a iletrados que leen (muchas veces sin comprender lo leído) y escriben, pero sin ir más allá de una oración simple. Ya de regreso a casa, un recuerdo y una comparación tristes te acompañan. Hace años subiste a la sección de libros de una gran superficie. Para tu sorpresa, la enorme estancia se había mudado en una especie de planta monotemática repleta de lectores entrecomillados que aguardaban una firma, la de una autora… Se presentaban ese día las memorias de una famosa cuyo único mérito había consistido en acostarse con otro famosillo y vivir/sobrevivir, milagrosamente, desde entonces, del cuento, paseando por portadas y programas televisivos con su incultura y, si te apuran, su mala leche a cuestas… ¿Qué podía aportar esa señora? ¿Qué podían aportar sus historias de avenencias y desavenencias a la sociedad, por decirlo de una manera sutil? La contestación es retórica. La comparación siguiente tenía como punto de referencia tu infancia, esa en la que, en pleno franquismo, y gracias a la incurable incultura de los ávidos censores, viste, paradójicamente, infinidad de obras de teatro en un espacio denominado «Estudio 1». Hoy habréis de conformaros, por poner únicamente un ejemplo, con el falso humor y los tópicos sexuales que se airean, con una ideología sutil, pero innegable, en una serie en la que se narran –por decir algo- las aventuras de un bloque de vecinos… Buero Vallejo ha dado paso a un grupo de personajes estereotipados al que curiosamente siguen millones de espectadores…
Contigo mismo
Una sociedad hueca
25/05/21 0:38
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