«El Govern avisa a Maó de que su topónimo es ilegal y exige eliminar la forma bilingüe». Pésima noticia para empezar el año. La fórmula bilingüe, que se utiliza en el País Vasco, sin ir más lejos, Bilbo / Bilbao, Donosti / San Sebastián, Gasteiz / Vitoria, es inclusiva, respetuosa y en nuestra ciudad ha sido mano de santo para desactivar una polémica ancestral. Sería un error revertirla, las leyes tienen un margen de interpretación.
3-I-20 Viernes
Convalezco de ciertos excesos en un día desapacible en el que no apetece nada salir de casa. Sigo a distancia los ejercicios funambulescos (sin red) de Pedro Sánchez así como las diatribas apocalípticas de la caverna. Nada nuevo en un país en que la indignación es el deporte nacional. Continuará…
4-I-20 Sábado
Y Trump aprieta el gatillo. No contento con su sabotaje del acuerdo con Irán y la Unión Europea que propició su antecesor Obama, ordena el asesinato de un altísimo militar iraní con la peregrina excusa de evitar así muchos más muertos (?). Y el mundo traga sin tan siquiera el omeprazol de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Da escalofríos pensar que posiblemente tendremos que soportar a semejante sujeto cuatro años más…
5-I-20 Domingo
Javier Marías, hoy, en «El País Semanal»:
«En numerosas películas mediterráneas, cuando veo a la gente llorar y gritar desconsoladamente ante la muerte de un ser amado, me cuesta creerme su dolor, por muy auténtico que sea. Lo mismo al ver las noticias: las personas que lloriquean sin motivo o con él, por cualquier cosa; los que se indignan aspaventosamente ante las cámaras, las que repiten sin cesar cuánta pena les da tal o cual situación, o cuánto quieren a los suyos a las focas, las que braman contra las injusticias sobreactuando… En seguida me entran dudas de si lo que más les importa es que se admire su rabia o su desesperación, y no tanto que se condene el origen. Con su exhibicionismo anulan los problemas, que pasan a segundo término. Parecen estarnos diciendo: ‘Miradme como padezco, como me emociono, cómo me sublevo, cómo me apiado'… «Por desgracia, la sobriedad ha sido expulsada del mundo, incluso en los países más sobrios y flemáticos; un mal augurio fue la muerte de Lady Di, que llevó pronto a los ingleses a comportarse como rocieros ante su Virgen. Si Inglaterra se pone a gimotear y pierde las formas en el duelo, poca esperanza nos queda».
Es la mejor crónica (sin pretenderlo su autor) que encuentro hoy en la prensa sobre las sesiones de investidura de estos días con su espectacular surtido de insultos y dramatizaciones sobreactuadas (¡cómo se lo hubiera pasado Albert Rivera!). Y la pregunta del millón, ocho años después de la extinción de ETA: ¿dejarán de hablar de ella algún día sus señorías de la bancada conservadora?
7-I-20 Martes
Después de toda una vida suplicando un regalo, un recuerdo, en mi desdichado día de cumpleaños (¿a quién se le ocurre venir al mundo inmediatamente después de la visita de los Reyes?), me encuentro con una investidura presidencial. ¡Io voglio un governo!, proclamaba en el penúltimo dietario del año extinto. Pues ya lo tengo, aunque no sé si es un regalo envenenado. Entre el desafuero crítico de la derecha y las incógnitas propias de un gobierno jeroglífico apoyado en la tabla deslizante republicana, nos esperan meses de zozobra… ¿Seguirán dispuestos los de Esquerra a apoyar los imprescindibles presupuestos generales, o darán la espantada bajo el menor pretexto como la última vez?, ¿resistirá Sánchez el fuego graneado del flanco derecho y las propias contradicciones de su coalición?, ¿conseguirá Nadia Calviño, la gurú económica del nuevo gobierno, controlar las ansias redistribuidoras de los robinhood podemitas y que cuadren las cuentas?... ¿Bajará algún día del monte Pablo Casado?
8-I-20 Miércoles
«¡Todo va bien!», tuitea Trump después del ataque iraní con misiles mientras el mundo contiene la respiración mientras nuestra ciudad de ciudades se apresta a atravesar la desolación invernal.
9-I-20 Jueves
El bravucón anaranjado se echa para atrás y guarda los cañones para mejor ocasión. Tiempo muerto para la Humanidad. Hasta la próxima.