Todos los santos tienen octava, al menos la tenían antiguamente, cuando la Iglesia católica tenía mucha más influencia de la que todavía tiene ahora. Entonces las fiestas religiosas se celebraban durante siete días. Pero eran celebraciones mucho más modestas de lo que se estila hoy en fiestas como la Navidad, que se prolonga desde la Nochebuena hasta el día de San Esteban, pero que en esta parte del mundo se ‘cuece' durante algo más de un mes, sobre todo con montajes comerciales poco menos que deslumbrantes. Lástima que este año el lunes solo sea el 23 de diciembre; lástima porque según el refranero «si en lunes es Navidad, riquezas has de hallar». No sé si hallaremos riquezas (pero dicen que la mayor riqueza es el amor de nuestros corazones). Lo que es seguro es que nos gastaremos fortunas en la celebración de las fiestas navideñas. Todo sea por fingir que la ilusión puede hacerse realidad, o porque «de ilusión también se vive». No desmentiremos el refrán que asegura que «Navidad en martes, fiestas por todas las partes». No lo desmentiremos porque somos como el «petit vailet qui va cercant senyor qui festa el fassa» como escribió Ausiàs March y canta Raimon. Somos humanos, descendientes de primates, nos alegran las fiestas, nos seduce la belleza, el colorido, la euforia, la magia de la Navidad y la llamamos «Navidades» y la prolongamos todo lo que sea necesario. Al fin y al cabo la Nochebuena de este año empieza el 24 y termina el 25 y fiestas por todas partes.
Les coses senzilles
Fiestas por todas partes
23/12/19 1:15
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