El Ayuntamiento de Ciutadella y los Policías Locales de la Isla anuncian el acuerdo in extremis que desbloquea felizmente el plante para acudir a las fiestas de Sant Joan. Es la mejor noticia para todos.
En el prolongado contencioso que ha marcado la distancia entre la posición de los policías locales de Menorca y la administración municipal de Ciutadella hasta ayer (porque esta es la que inaugura la temporada de fiestas patronales, la más multitudinaria y la que más agentes de refuerzo precisa), han prevalecido dos consideraciones que han enrocado las posiciones de las dos partes hasta el acuerdo final.
La alcaldesa, Joana Gomila, se había refugiado en la condición de primer edil en funciones para negar la negociación con los agentes de Ciutadella, que debe encarar al mismo tiempo en una mesa con todos los funcionarios del Ayuntamiento. En lo que se refiere al resto de policías de la Isla, Gomila y los demás alcaldes habían hecho concesiones que, como bien sostienen aquellos, se remiten al cumplimiento de la ley que hasta ahora se obviaba. Sin embargo, la garantía para que todos los consistorios abonen el servicio extraordinario de sus agentes en el plazo de un mes quedó fuera de dudas hasta este último encuentro.
La otra consideración es que en esta coyuntura los policías han tensado la cuerda para defender una mejor retribución y condiciones de trabajo, conscientes del momento cumbre para elevar la presión que supone su necesaria presencia en las fiestas. Los agentes se juegan el tipo pero cuando acuden como refuerzo lo hacen de forma voluntaria porque supone un plus para sus ingresos.
En todo caso, la solución final al conflicto, con la mediación del director general de Emergencias, Pere Perelló, y técnicos del ISPIB es la mejor noticia para acabar con la falta de seguridad que hubiese representado la ausencia policial.