Desconocías el significado de esas siglas: V.I.P. Hasta que, dolido, supiste que aludían a «personas muy importantes» («very important people»)… Allá, allá lejos hay «algunas». Hace ya años. El presente histórico tiene esas cosas. El aeropuerto se despereza al son de los primeros sonidos metálicos que emanan de controles que bostezan, perezosos. Todas las ideologías de la Isla están personificadas en ellos/ellas o, si se prefiere, en ellas/ellos: consellers, diputados… Permanecen al margen de sus vasallos. Veinte minutos antes de la salida del primer vuelo de la mañana una azafata se les acerca. Las posturas políticas ahora no importan porque militan en un mismo partido: el V.I.P. Antes militaron en el que propugnaba un aumento de sueldo para sus venerables señorías. En esos casos, izquierdas y derechas se unen y funden en mestizaje… Una ‘jardinera' especial les espera. Entrarán en el avión solitos. Debe preservarse su integridad, no vaya a ser que a un viajero obrero le huelan los pies…
Mientras, X, en paro -cuestión de siglas: E.R.E- cuida de su padre que padece demencia senil. Tras tres años de cuidados intensivos en su hogar, X está deshecho y con un síndrome depresivo mayor que no puede reconocer por el simple hecho de que no puede permitírselo… En ocasiones, a X le resulta difícil levantarse de la cama… En otras, simplemente, respirar… Ha solicitado esas ayudas a la dependencia que quedan de lo más bonito en los programas electorales, pero que, cuando llegan, si llegan, llegan tarde y, por lo tanto, mal. X sueña con darle a su padre calidad de vida, pero para eso, como para casi todo, se necesita dinero… En su defecto, siempre quedan las caricias… La solidaridad adopta forma de vecino, de amiga, de conocido, incluso, aunque ese vecino, esa amiga, ese conocido no sean ‘very important people'…
1 de Marzo. ¡Curioso! Recuerdas a X cuando lees en tu diario, «Es Diari», que cada día mueren ochenta personas en vuestro país sin haber recibido las mentadas ayudas a la dependencia y que Balears, esa comunidad paradisiaca en boca de todos los presidentes/presidentas que de ella han sido, está entre las que peor atiende a las personas dependientes. Te vienen arcadas… Y, para esas, no hay remedio en botica…
La ‘jardinera' llega al avión. Una azafata, esperpénticamente risueña, saluda a los privilegiados. Puede, incluso, que alguno de ellos hable hoy de la tercera edad en el templo de las palabras jamás traducidas en hechos… El resto de viajeros espera aún en la terminal: el que va a por radioterapia, el trabajador exiliado en busca de faena, el niño con leucemia…
¿Qué mide la dignidad de un país? Sin duda no un abultado sueldo de una alcaldesa, como dijo recientemente alguien. Pero sí el amor que éste tenga por la sanidad, la tercera edad, el empleo y la educación… El resto, de verdad, te importa tan poco… Estás cansado, muy cansado…
X insiste. Iluso, creyéndose aquello que solo unos cuantos pueden constatar como falacia (lo de que el Estado estará permanentemente a tu lado) comenzó solicitando una de esas ayudas. Luego dejó de solicitarla, para suplicarla, después… Ahora, ya, ni eso…
Los V.I.P., a la postre, acabarán siendo dependientes igualmente V.I.P. Y morirán plácidamente…
X todavía no sabe que recibirá finalmente una vomitiva cantidad por sus desvelos. Dos años después de que su padre haya muerto… Lo repites, tarde y mal…
Te avergüenzas de tu país. De tu comunidad. Porque piensas en X y en esas ochenta personas que morirán hoy sin haber recibido socorro alguno… A lo sumo, la caricia de un hijo…
X deambula arrastrando los pies, con su síndrome depresivo mayor a cuestas…Es uno de marzo…
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P.S.- A Bosco, quien siempre recibió tus artículos y a ti mismo con una afable sonrisa plena de bonhomía. Su muerte refuerza, tristemente, el aserto de Salisachs sobre el terrible volumen que dejan algunas ausencias… A Bel…