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La noche más vieja del año y me toca participar en el diario. Con una bebé de cuatro meses sobre mis piernas mientras tecleo en el ordenador. Cierro el año con una hija, lo mejor que me ha pasado este 2014. Según Rajoy el 2015 es el año del despegue y espero que sea para todos los españoles, incluidos los más pequeños de la casa, para que no les falte de nada: ni pan ni juguetes y eso querrá decir que los padres están en mejor situación económica. Y es que antes de que acabe el año los medios se afanan en resumir, detallar y recapitular lo que ha sido este 2014 que acaba hoy.

Las redes sociales, en concreto el facebook se encarga de hacerte un álbum recopilatorio de lo mejor de tu vida. El pasado se esfuma y por el rabillo del ojo veo mi presente y mi futuro reposando sobre mis medias, pisando fuerte: unas veces remugant, otras haciendo pompitas, otras dando pataditas, otras haciendo aspavientos con los brazos, otras sollozando, otras riendo... hasta que le enchufo el biberón piel con piel, es decir el pecho. Y me acuerdo que hace unas semanas leía online en «The Huffington Post»: «Una madre, obligada a cubrirse con una servilleta para dar de mamar en un hotel de Londres'». También en «S Moda», un reportaje titulado «Amamantar, ¿un acto pornográfico?» y es que me parto de risa que sea polémico dar el pecho en público. ¡Estamos locos! La humanidad debería de dar eternas gracias a toda mujer que ha dado el pecho para criar a sus hijos, incluso como lo hacían antes las nodrizas.

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Lo que sí me parece muy serio es que estas noticias no se sumen a la recapitulación del año del caballo, según los chinos. Es mucho más importante incluir estas denuncias sobre quienes no comprenden lo de dar el pecho en público como algo natural, innato. Porque si fallamos en la base, en los cimientos, se desencadenan las noticias que sí que se cuentan como importantes como la corrupción, el ébola, la crisis de la familia real... Quiero decir, si desnaturalizamos lo natural ¿qué sociedad nos espera en 2015? Así que mujeres que podéis y dais el pecho no se corten por hacerlo en un café, en un banco del parque, en una reunión... no hay nada más bello que ver esa comunicación madre-hijo. Un acto hermoso incluso también para quien lo ve. Porque de alguna manera estamos educando y recordando de dónde venimos. Y puntualizo, las mujeres que suelen dar el pecho lo hacen con feminidad, lo que se dice discreción. Una muselina, un pañuelo o el mismo suéter hacen que no se exhiba la teta si es lo que molesta.

@sernariadna