31/08/22 3:59
El gran incremento, en torno al 90 por ciento, de los préstamos hipotecarios con tipo fijo frente al variable es una clara demostración de la desconfianza con la que los consumidores encaran el futuro. La inflación castiga con dureza las economías familiares y los consumidores tratan de blindarse en unos momentos en los que es prácticamente imposible adivinar qué sucederá en los próximos meses. La firma de una hipoteca con un tipo fijo evita los sobresaltos de un mercado al alza. Los plazos de endeudamiento actual son enormes, se prolongan durante décadas, lo que impide adivinar el comportamiento de la economía y de los intereses hipotecarios.