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La presidenta del Govern, Francina Armengol, valora y analiza hoy los tres primeros años de una legislatura marcada por la pandemia, con un gran impacto sobre la gestión institucional en Balears para paliar su incidencia en la salud pública y la economía. La sociedad de las Islas vivió con crudeza el azote del virus, con sus trágicas consecuencias en la cifra de fallecidos e infectados y también en la crisis    en sector turístico. Uno de los aspectos más notables de Armengol durante la legislatura ha sido la reivindicación, ante el Gobierno central, de las necesidades de Balears; priorizar las exigencias para garantizar la llegada de fondos y recursos.

Sensibilizar al Gobierno del escenario real que se afrontaba en el archipiélago por la pandemia forma parte de una gestión obligada a potenciar el diálogo como estrategia; tanto con sus socios como con los interlocutores sociales. El último año de la legislatura es siempre el más complicado, un período en el que se pone en juego lo conseguido en los años previos. En este tesitura se encuentra, ahora, Francina Armengol. Definir el futuro del sector turístico –con fórmulas para el decrecimiento de la oferta–, garantizar la calidad en servicios públicos esenciales como la sanidad y la educación y resolver el acceso a una vivienda asequible para los jóvenes son temas clave hasta mayo del 2023.