La detección de nuevos contagios y casos activos de coronavirus en Balears están perjudicando a Menorca que presenta una situación epidemiológica mucho mejor y más controlada que Mallorca. Los datos son cotundentes y elocuentes: Menorca está todavía muy por debajo del umbral de 50 positivos semanales por cada 100.000 habitantes que fijó el gobierno de Alemania para determinar las zonas de riesgo y aconsejar a sus ciudadanos que no acudan.
Menorca paga hoy las consecuencias de ser incluida por el Govern en el conjunto de Balears, cuando el sentido común y la realidad aconsejan establecer una clara diferenciación entre islas. Esta reiterada actuación del Govern ya impidió a Menorca obtener la declaración de zona piloto para liderar el desconfinamiento, a pesar de que aquí alcanzamos el contagio cero. Es preciso cambiar esta dinámica, lo que exige voluntad y capacidad de reclamación y reivindicación política de las autoridades menorquinas, y nos referimos al Consell y a su equipo de gobierno. Susana Mora, Maite Salord y Cristina Gómez deben actuar para que el Govern del PSOE, Unidas Podemos y Més per Mallorca deje de asimilar Menorca con Mallorca.