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Desde hace mucho tiempo, mi esposa y un servidor, tenemos por costumbre los domingos mediodía no comer en casa, o sea, degustando algún delicioso «menú del día» y de vez en cuando nos damos un homenaje culinario, escogiendo alguno de los platos de la pertinente carta.

El pasado domingo, estaba en la terraza del restaurante «La Minerva» del puerto de Mahón, tomando una caña de cerveza acompañada de unas deliciosas aceitunas y comentaba con el abogado Miguel Mercadal, mi último artículo que hacía referencia al obelisco diseñado por su padre, que está situado en la rotonda del Aeropuerto, por cierto y no me cansaré de decirlo, que es la que está más cuidada, o una de las que más, ya que su vecina ubicada frente al supermercado Binipreu, también está en perfecto estado de revista, no así la mediana que une esta con la del colegio de La Salle, que suele estar descuidada, con hierbajos a doquier.

Nos interrumpió educadamente B. un conocido mío de la época baloncestista de La Salle, para comentarnos que reciente se había desplazado al Polígono Industrial, para una gestión en la oficina de Correos, que está en frente de Mercadona y había aprovechado «matar dos pájaros de un tiro», una compra en el supermercado y cruzar hasta Correos; estaba indignado ya que el paso de peatones que cruza la calzada estaba dejado de la mano del hombre…a Dios no lo quiero mencionar para estas menudencias. Por supuesto me desplacé para comprobar lo que B. nos había comentado, este paso de peatones está ubicado en la mediana del Carrer de Curniola; efectivamente los matorrales impedían caminar tranquilamente para cruzarlo, tampoco cumple con las barreras arquitectónicas con unos escalones, impidiendo su uso a los discapacitados que se desplazan en silla de ruedas…vatuadell cent llamps, apreciado lector, te aseguro que por la noche no me atrevería a caminar por él mismo, porque la oscuridad lo hace más peligroso por posibles caídas o cruzarte con algún desconocido, seguro que los dos nos llevaríamos un susto del carajo.

La perrera municipal de Mahón, está pegada a esta misma zona y alrededor nos topamos con restos de poda abandonados de varios días, ya que los hierbajos están más secos que escupo de momia…y como no, el esqueleto de una vieja silla metálica totalmente oxidada. Verdaderamente, es complicado escoger una imagen de una zona del Polígono Industrial donde los hierbajos no campen a sus anchas por falta mantenimiento de las zonas verdes… no se trata de más gasto en inversión, si no, más gasto corriente en mantenimiento.

No me cansaré en recomendar, a los mandamases de Dalt la Sala, una visita a la ciudad de Oviedo, para una reunión de trabajo con el regidor que gestiona los Servicios Básicos, que son los encargados de la limpieza viaria y basuras, para ver su modelo de gestión…El pasado año recibió su octava Escoba de Platino, por ser una de las ciudades más limpias del país. Es igual el color político que tengan, lo importante es aprender del que lo hace bien.