Carrer Nou. Imagen de la céntrica calle de Maó tomada en la mañana de este sábado | Josep Bagur Gomila

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Mejoró el tiempo. Lució el sol y, sobre todo, paró el viento. La incertidumbre inicial se tradujo finalmente en el escenario perfecto  para que Maó + flors rebrotara de nuevo y recuperara, tal y como era la intención de sus promotores, el pulso habitual, el de antes de la pandemia. Un objetivo conseguido si el éxito se analiza desde el punto de vista numérico. Si en 2019 el Ayuntamiento consiguió que hubiera 70 puntos en la ciudad entre actividades y lugares de exposición, este año la cifra ha aumentado hasta los 97.

A juicio del concejal responsable de la organización desde el área de Dinamización Económica, José Manuel García, el salto que se ha producido en la participación demuestra «las ganas de la gente de que la actividad volviera a tomar impulso». Un éxito que no sería posible, destaca, sin la implicación de las entidades y asociaciones locales: «Sin ellas no podría haber Maó + Flors», asegura.

Pero el rebrote del programa obedece a alguna razón más allá de la del deseo de recuperar la normalidad.Se intuye que la decisión del Consistorio de que este año la fiesta fuera temática ha ayudado a impulsarla. Y esta ha crecido al ritmo de la música como elemento de inspiración.

Otro factor a tener en cuenta es que este 2022 se ha optado por el último fin de semana de mayo. «El turismo está ya casi en modo verano», apunta García en relación a una fiesta que si antes se programaba para comenzar a animar la temporada este año ha llegado con ella ya en marcha. Una atracción que está suponiendo un aliciente extra para los turistas que estos días acoge la ciudad.

Este sábado se pudo disfrutar de un programa variado, con un buen número de talleres relacionados con el mundo floral. Pero como no podía ser de otra forma, la música no solo fue un elemento inspirador para las decoraciones, sino que también sonó en diferentes rincones de la ciudad. Salieron a la calle la Xaranga de la Banda de Maó, hubo audiciones a cargo de alumnos, música tradicional y actuaciones de cantautores. Y como ya se sabe, donde hay música también suele haber baile.

Así, Maó + Flors, después de dos años sobreviviendo con una versión reducida, está haciendo honor al rango festivo que le conceden sus organizadores.Estos recuerdan que después de las fiestas patronales y el programa de Navidad, la celebración en torno al mundo de las flores es la tercera más importante del municipio.