El mal tiempo empaña la fiesta del libro

La fiesta regresaba con un programa potente, en un año con una avalancha de publicaciones editadas en la Isla o de temática menorquina y sin ningún tipo de restricción después de dos años. El tiempo inestable empañó la fiesta, pero en la mayoría de los casos no impidió que saliera adelante.

El chaparrón caído a media mañana en Ciutadella trastocó un tanto los planes de los libreros. Pero estos, tras reunirse, decidieron seguir adelante tapando temporalmente los puestos. Era la feria de la recuperación, pero habrá que esperar hasta su finalización para hacer un balance. No obstante, una de las libreras de la Plaça de la Catedral ya apuntaba que, en principio, las ventas estaban siendo algo inferiores a las de 2021.

En Maó, donde se registró un magnífico ambiente en las calles del centro, la aparición de la lluvia al final de la mañana también alteró el desarrollo de la feria. Tras proteger los puestos, algunos decidieron dar su participación por finalizada, mientras que otros optaron para seguir adelante durante la tarde. Sin embargo, algunos actos que estaban programados al aire libre, cambiaron de ubicación para asegurar su celebración. En la localidad de levante, la fiesta continuará con diferentes actividades hasta el próximo martes.

En Alaior la situación fue parecida a la que se vivió en el resto de los pueblos. La fiesta transcurrió con muy buen ambiente hasta que la lluvia hizo acto de presencia, momento a partir del cual se suspendió la feria, así como todas las actividades programadas en la Plaça des Ramal. La celebración también aguantó durante gran parte de la mañana en Es Mercadal, donde al final optaron por la retirada.

Con los puestos de libros ya fuera de juego, durante este domingo, previsiblemente con un tiempo más agradable, la programación de actos continuará en algunos municipios con diferentes propuestas, como la presentación de novedades editoriales, actuaciones poeticomusicales o cuentacuentos, entre otras actividades.