El pastor de la diócesis menorquina pide «no tener miedo a hacer sitio a Dios en nuestra sociedad, a dar posada a Dios en nuestro mundo», pero al mismo tiempo señala que «hoy parece que se vuelve a repetir la historia, porque Dios quiere entrar en el mundo, pero las puertas de la sociedad occidental se cierran a su presencia».
Conesa explica que «de modo espontáneo pensamos e imaginamos a Dios en clave de poder, de omnipotencia y grandeza. Dios infinitamente sabio y poderoso. Esto es lo ‘lógico', según nuestra manera de pensar, pero Dios rompe estas lógicas para mostrarse en la debilidad como ternura, amor sin límites y misericordia entrañable. El niño nacido en Belén nos revela cuál es el auténtico rostro de Dios, cómo es Dios de verdad».
Porque -proclama- «no debemos temer a un Dios que se presenta en la debilidad y la pobreza, que asume nuestra naturaleza. No tengamos miedo a poner toda nuestra vida en sus manos y a dejar que la fe en el mueva toda nuestra vida. Dios no viene a castigarnos, sino a salvarnos».
Acoger a los hombres
El mensaje central de quien rige hoy la Iglesia de Menorca desde la antigua sede de Severo se resume en acoger a los hombres: «tanto el enfermo terminal como el que está en la cárcel, el que es de aquí o el que viene de muy lejos; todo ser humano, cada ser humano, tiene una dignidad inmensa, porque ha sido amado por Dios con un amor infinito».
«Cada hombre y mujer de este mundo han sido amados hasta el extremo de que Dios ha querido compartir su humanidad. Los Padres de la Iglesia dirán que Dios se ha hecho hombre para que el hombre de haga hijo de Dios», proclamó en la Catedral de Ciutadella. «Quien acepta el misterio de la Navidad sabe que debe tratar con cariño y respeto a cada ser humano. Quien acoge a Dios, acoge también a los hombres; quien acepta el misterio de la Navidad no puede ver nunca al otro como un rival o un enemigo, sino siempre como a un hermano», afirmó el obispo de Menorca en su homilía navideña.
Este jueves, Coro Gospel Menorca
La vigilia de la Navidad de este martes en la Catedral dio comienzo con el Cant de la Sibil·la, en la versión menorquina del siglo XVIII, interpretado por la soprano Maria Camps, el coro de la Capella Davídica y Tomé Olives al órgano. Después dio comienzo la Eucaristía de la Nit de Nadal, que presidió el obispo Conesa Ferrer.
Este jueves, festividad litúrgica de San Esteban, el prelado presidirá la Eucaristía en la parroquia de Sant Esteve de Ciutadella. A continuación se ofrecerá un concierto que será interpretado por el Coro Gospel Menorca.
1 comentario
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No, si por mi puede entrar. Quien no quiero que entre es la CEI.¿queda claro?