A pesar de ser una raza de caza, también reúne buenas cualidades para el hogar | Josep Bagur Gomila

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Todo apunta a que Es Mercadal tendrá que sumar una muestra más a las muchas que ya celebra al año en su Recinte Firal. La primera edición de la Fiesta del Podenco fue este domingo, según apuntan desde la organización, todo un éxito, y las cifras así lo confirman: 400 asistentes en tan solo cuatro horas y 175 perros que participaron en la exhibición, aunque no todos ellos podencos.

Todas las ferias tienen una historia detrás, y en el caso de la que se inauguro ayer tiene que ver con un proyecto personal, el de Vanesa de la Fuente, que ha sido posible gracias a la colaboración de las protectoras de animales de Maó y Ciutadella así como del Ayuntamiento de Es Mercadal. Llegada ahora hace un año a la Isla, De la Fuente se pasó por los refugios de animales con la idea de adoptar un perro. Allí fue donde descubrió el calvario que sufren los podencos al tratarse de una raza que mucha veces es víctima del abandono cuando ya no sirve para la caza.

Con el objetivo de fomentar la adopción de estos perros se pensó en la organización de una fiesta, un espacio en el que también se pretende concienciar sobre el cuidado de los animales. Ayer se tramitaron tres adopciones, y se hicieron interesantes contactos de cara al futuro.

Sin embargo, la fiesta se convirtió en una campaña informativa sobre estos animales, a los que la gente siempre asocia a la caza pero que según explica De la Fuente «son unos perros supertranquilos y muy domésticos, perfectos para ser adoptados».

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