La casa donde se produjo la violación y el posterior incendio, en la calle Vassallo, de Maó. | Josep Bagur Gomila

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Adormeció a la menor colocándole alguna sustancia estupefaciente en la bebida para nublar su voluntad y posteriormente poder violarla en una casa de okupas de la calle Vasallo, de Maó, donde residía el adulto. Los hechos que serán juzgados el próximo jueves en la Audiencia Provincial van a situar en el banquillo de los acusados a un hombre, de 47 años, natural de la República Dominicana, que se enfrenta a una condena de 10 años de prisión como presunto autor de un delito de agresión sexual cometido el 27 de octubre de 2022 en ese inmueble que sería noticia varios días después por un incendio.

La víctima era entonces una menor de 17 años tutelada puntualmente por el Consell, y residía en el edificio de la Casa de la Infancia, en la Avinguda Josep Anselm Clavé de Maó. Por este motivo la Conselleria de Bienestar Social anunció que también se personaría en la causa como acusación particular contra el presunto violador.

La agresión sexual que motiva este caso supuso entonces un nuevo capítulo que relacionaba    a menores tuteladas por el Consell, con tráfico de drogas y corrupción de menores, como el destapado tres años atrás en el que hubo varios detenidos, entre ellos el mismo hombre dominicano que será juzgado la próxima semana.

Según el escrito de acusación de la fiscal, el individuo quedó con la menor a la que ya conocía sobre las 19 horas y tras anular su voluntad intoxicando su bebida, la agredió sin que conste empleo de violencia ni intimidación, pero sin su consentimiento, en la casa okupada. Tras ser detenido días después, el juez de guardia ordenó su ingreso en prisión el 3 de noviembre de 2022, en la que permanece desde entonces. Si es declarado culpable deberá indemnizarla con 6.000 euros.

El apunte

La chica y su madre, imputadas por incendiar la casa

Tras denunciar la violación junto a sus padres días después en Comisaría, aportando el parte de la médico forense, la madre y la menor acudieron a la casa donde se había producido la agresión sexual con la intención de reprochar al presunto violador lo que había hecho. La investigación de la Policía Nacional determinó que habían sido madre e hija las que habían provocado el incendio que se declaró en esta casa de okupas de la calle Vassallo, y por tanto, ambas quedaron imputadas aunque no fueron detenidas. Cuando    llegaron a la casa el hombre al que buscaban no se encontraba en ella. La Policía le detuvo ese mismo día, 1 de noviembre de 2022.