Si hubiesen caído del cielo diríamos que varios puntos de la costa sur de Menorca registraron una lluvia de fardos de hachís entre la tarde del 10 y la mañana del 11 de noviembre en los acantilados de Son Saura (53) y la playa de Son Bou (6). A ellos se sumó otro en Cala en Busquets y uno más en Cap d'en Font.
Fueron, en total, 61 paquetes de droga que suman algo más de 3.500 kilos. Su valor en el mercado negro alcanzaría los seis millones de euros, aunque las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado sospechan que algún fardo más pudo haberse perdido por la costa sur e ir a parar a manos de algún particular.
Fue un ciudadano quien dio el aviso a la Policía Nacional al ver los paquetes de droga en el acantilado. Varios agentes tuvieron que custodiar el hallazgo por la imposibilidad de acceder a ellos durante la noche. A primera hora del sábado, especialistas del GEAS, de la Guardia Civil, llegaron al lugar y cargaron los fardos en su embarcación para trasladarlos hasta el puerto de Cala en Bosc donde fueron descargados.
Durante la mañana de ese día aparecieron los otros seis fardos en un radio de 15 metros en la playa de Son Bou. Debido a su peso, entre los 50 y 60 kilos, el helicóptero de la Guardia Civil tuvo que transportarlos uno a uno hasta el furgón de la Benemérita en el parking de la playa.
La droga sigue bajo custodia en la comisaría de la Policía Nacional de Ciutadella y en el cuartel de la Guardia Civil de Maó a la espera que los respectivos juzgados de guardia de ambas ciudades permitan su traslado a Palma para ser incinerada en la planta de Son Reus.
La trazabilidad de los fardos confirmaría que procedían del norte de África aunque los investigadores siguen realizando pesquisas para saber si los ‘narcos' tiraron la droga al mar ante el posible avistamiento de una patrulla de la Guardia Civil, o bien la droga incautada subió a la superficie por el temporal tras haber sido hundida muy lejos de la costa antes de que los traficantes pudieran llegar a ella.
Despliegue policial insólito contra los narcos en Maó
Era noche cerrada del 24 de marzo todavía cuando más de 40 guardias civiles y policías nacionales, algunos llegados de fuera de la Isla, irrumpían al mismo tiempo en varias casas del centro de Maó en una redada múltiple con despliegue sin precedentes contra el narcotráfico. En el marco de la «operación grillo» se practicaron registros también en Es Castell y Ferreries, y al final se detuvieron 15 personas aunque la droga intervenida se quedó en un kilo de heroína. El amplio despliegue permitió desarticular varios puntos de venta.
a ver, esto no esta ahi por casualidad, esto es porque hay un consumo desmesurado entre la poblacion juvenil, la cual le da lo mismo con tal de pasarselo bien, solo es la punta del iceberg, el control de toxicos deberia ser obligatorio para todos al menos una vez al año...
2 comentarios
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Yo soy antidrogas total asi que veo bien que se les vaya a la mierda el negocio , pero y que hace la poli con esta droga ?
a ver, esto no esta ahi por casualidad, esto es porque hay un consumo desmesurado entre la poblacion juvenil, la cual le da lo mismo con tal de pasarselo bien, solo es la punta del iceberg, el control de toxicos deberia ser obligatorio para todos al menos una vez al año...