La columna de humo vuelve a ser visible este miércoles desde la ciudad de Maó. | Gemma Andreu

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El incendio ocurrido el lunes por la tarde en el vertedero de Milà, en Maó, sufrió un rebrote en las últimas horas de la madrugada de este miércoles, en una zona concreta donde las brasas se reavivaron hasta hacerse perfectamente visibles desde los acantilados del puerto de Maó.

El incendio, que se había declarado el lunes por la tarde en un lateral de los vertederos sobre una extensión de unos 300 metros cuadrados, fue dado por extinguido a las 12.30 del mediodía del martes, después de que los bomberos del Consell permanecieran activos y de retén durante toda la noche anterior.

La reactivación del fuego sucedida este miércoles responde a la combustión ocurrida varios metros bajo tierra en una zona en la que, probablemente, durante el mismo lunes por la tarde y el martes no se lanzó la tierra suficiente para evitar que reavivara. Esa es la medida que se adopta en este tipo de incendios sobre residuos orgánicos y restos de madera, que eran los que estaban sedimentados en el vertedero, sin excluir que se hubiera filtrado algún material inflamable.

Los trabajos se centran ahora en continuar tirando tierra en la zona afectada. | Gemma Andreu
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La propia empresa concesionaria de la planta de Milà fue la que movilizó este miércoles a su personal para proceder a lanzar, uno tras otro, camiones de tierra con los que ir cubriendo el espacio donde las brasas y las llamas habían vuelto a manifestarse al amanecer. Todavía a las 11.30 de la mañana de este miércoles el humo que desprendía este rebrote sobre Maó podía apreciarse debido al viento que soplaba a esa hora del día.

En esta situación, ya resulta inútil lanzar más litros de agua sobre la zona incendiada, explicaron desde el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios del Consell, puesto que la combustión procede de capas muy inferiores a la superficie a las que difícilmente puede llegar el líquido elemento.

La única solución práctica, indicaron estas mismas fuentes, es la de echar cargamentos de tierra en el espacio nuevamente afectado y posteriormente prensarla de tal manera que no queden huecos para que una posible fermentación generada por los residuos encuentre el oxígeno que pueda reactivar el fuego.