Regresaba con tres amigos desde la playa de Son Xoriguer a la de Cala en Bosc cuando se separó de ellos con la excusa de ir a recoger el teléfono que se le había olvidado. Lo que hizo realmente fue hurtar una bolsa de playa que estaba junto a una sombrilla, se la colgó del hombro y se la llevó hasta el aparcamiento donde estaban sus amigos.
En el interior de la bolsa había varios objetos valorados en 460 euros y un teléfono móvil que el propietario pudo recuperar tras denunciar el robo a un policía local.
El joven acusado, tras admitir los hechos ocurridos el 14 de septiembre de 2018, ha sido condenado a seis meses de prisión por un delito de hurto. Además deberá indemnizar al dueño de la bolsa que hurtó con 460 euros por el valor de los objetos sustraídos, entre ellos unas gafas de sol y varias prendas de vestir.
La ejecución de la condena quedará suspendida al carecer el acusado de antecedentes penales, como solicitó su abogado, José de Juan López.
3 comentarios
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@Neo¿Qué sentido tiene una sentencia que no se puede imponer? Si el castigo se ajusta al crimen, el criminal debe recibirlo
What is the point of a sentence that cannot be imposed? If the punishment fits the crime the criminal must receive it!