El pirómano de contenedores dijo que los incendió por rabia

Ese fue el argumento esgrimido por el pirómano de 29 años de edad, natural de Ciutadella, detenido el martes por la Policía Nacional, como responsable de haber incendiado nueve contenedores en un radio de apenas 300 metros, en tres noches distintas, los días 18, 19 y 20, en las calles Ciutat Oristano, plaza Joan de Borbó y Sant Antoni Maria Claret. El fuego, además, afectó a la parte frontal de un vehículo Peugeot 308, cuyo propietario denunció el delito y reclamará el importe de los daños ocasionados.

El Consorcio de Residuos y Energía, propietario de los recipientes, cuantifica las pérdidas en 6.749 euros, considerando que cada uno de ellos tiene un coste de 749,95 euros, que con toda seguridad serán cargados al acusado.

El pirómano, que quedó en libertad tras prestar declaración ante la juez, es el mismo que hace cuatro años quemó otros 20 contenedores en Alaior, por los que fue detenido y condenado a dos años de prisión y al pago de 23.500 euros en concepto de indemnización al Ayuntamiento de Alaior y al mismo consorcio.

El hombre había estado en tratamiento psiquiátrico debido al trastorno que padece. De hecho ese trastorno reflejado en el informe forense fue clave para la suspensión de la ejecución de la condena que le evitó entrar en la prisión.

En esta ocasión fue detenido el martes por la tarde tras ser citado en comisaría por los agentes de la Policía Nacional que llevaban la investigación. Cuando acudió a las dependencias, tras admitir ser el responsable de los incendios, quedó detenido hasta que el miércoles pasó a disposición judicial. La Policía sospechó de él nada más iniciar las pesquisas y recabó información a familiares y allegados hasta que cerró el círculo y le detuvo.