Evoluciona favorablemente la mujer que cayó cuando escalaba en Cavalleria

Comparar aquí como hacen algunos mendrugos, accidentes en carretera, o enfermedades terribles como el cáncer y demás cuestiones que nada tienen que ver, con imprudencias temerarias como por ejemplo el simple capricho de escalar una pared, muchas veces sin contar con la mínima preparación física ni técnica para hacerlo con las máximas garantías, es algo sin sentido y sin fundamento alguno. Esa gente que por su negligencia obligan a efectuar estos enormes gastos que suponen este tipo de rescates, deberían ser condenados a sufragar al menos parte de tales gastos, como mínimo a modo de disuasión para posibles imitadores futuros, que a lo mejor se lo pensarían bien si realmente están capacitados para intentar "hazañas" como estas cuando les viene en gana.